
Cristina: “No podemos decir que no se hizo nada pero debemos dar un salto de transformaciones”

Bajo la órbita del Ministerio de Educación y Cultura funciona la Academia Nacional de Ciencias del Uruguay (Anciu), creada en el año 2009 por la Ley 18.582. Su cometido es asesorar e impulsar el desarrollo de las ciencias mediante la promoción del desarrollo de la actividad científica, tecnológica y de innovación. “No podemos separar una de la otra, como si fueran cosas totalmente distintas, sino que hay un continuo y están articuladas”, explicó en entrevista con El Explorador el presidente de Anciu, Juan Cristina.
En términos generales, aclaró que “no es una asociación de científicos, sino que es una política de Estado” nacional. Cristina, quien es licenciado en Ciencias Biológicas por la Udelar y doctor en Biología Molecular por la Universidad Autónoma de Madrid, ejerce como profesor titular de Virología en la Facultad de Ciencias, dirige el Laboratorio de Virología Molecular y desde finales del 2024 preside la Anciu.
Ciencia y educación
La ley establece la obligación de la academia de “expresar ante los poderes públicos del Estado su visión sobre la situación actual y las perspectivas para el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación en Uruguay, pensando en que el siglo XXI tiene un segundo nombre, que es el de la sociedad del conocimiento y que se requiere de un diálogo que aporte a este tema que es de interés nacional e internacional”.
En ese marco y teniendo en cuenta sus cometidos, habló sobre uno de los aspectos “quizás menos conocido de la ciencia” que es la importancia que tiene en la educación. “Sobre todo para aprender a pensar, tener criterio, discutir buenamente hipótesis con otros y fomentar el trabajo en equipo”, pero también para “incluir a las niñas en cuestiones científicas a temprana edad”. Cristina informó que desde la Anciu se ha trabajado en documentos, junto con otras academias hermanas, sobre educación en ciencia dirigido a las autoridades competentes del tema y que señalan “la importancia que tiene”.
“La situación del sistema educativo uruguayo realmente requiere toda una revisión de lo que es enseñar y aprender ciencia. Muchos creen que es algo extraño y que escapa de sus capacidades, cuando no es así”. Por otra parte, habló de la pérdida que se da de estudiantes en los primeros años, que entiende “no es por falta de interés” sino por “falta de políticas”. En esa línea expresó que aproximadamente el 80% del conocimiento nacional se engloba en la Universidad de la República y que “no hay políticas de inserción de los jóvenes investigadores en empresas de innovación privadas y empresas públicas”. Comparando con otros países, informó que solo el 2% de los científicos que en Uruguay se forman están integrados en el sector privado, cuando la media europea es el 55%. “Eso nos da una idea de cuánto nos falta”.
La ciencia en Uruguay
En cuanto a lo logrado dentro del país, aclaró que “se han hecho cosas importantes” como la creación del Sistema Nacional de Investigadores, la Agencia Nacional de Investigación e Innovación y la Anciu. “No podemos decir que no se hizo nada pero es a una velocidad muy lenta. Ahora debemos dar un salto de transformaciones, porque, hasta ahora, no tenemos siquiera una gobernanza clara”.
Cristina recuerda que el pueblo uruguayo es quien aporta para que la educación sea pública y reflexiona que “si ese Estado, que brindó la formación gratuita, no los usa, le puedo asegurar que va a haber otro Estado que los va a usar. Es necesario dar el salto y hay ideas para hacerlo”.
Además, analiza que “tenemos que favorecer la presencia de empresas que sean intensivas en tecnología y conocimiento. Dejarle a nuestros nietos un Uruguay que viva de ser productor de materias primas simplemente, en el mundo del siglo XXI, es una receta para el fracaso. Incluso en el sector agropecuario no va a poder seguir siendo portador simplemente con los elementos tradicionales”.
Desafíos
Sin quitarle importancia al desafío de “alcanzar un presupuesto mínimo para ser eficientes”, entiende que no hay solo un problema de inversión, que actualmente es del 1%, sino que se trata “invertir bien” en un país que “tiene una cantidad de capacidades que no se usan con el rendimiento que podrían dar”.
“La academia es muy joven, pero para la corta edad estoy muy satisfecho con todo lo que hemos podido contribuir”, reflexionó. En esa línea, expresó que el objetivo es “tratar de influir para generar una gobernanza de las políticas de desarrollo. Creemos que se tiene que considerar la creación de un órgano del más alto nivel, que posicione el sector y se logre dar el salto necesario, e incrementar ese diálogo entre la ciencia y la política que, si bien son dos sistemas distintos, se necesitan para que los sectores del país funcionen bien”. Cristina percibe que “no hay un sector de nuestro país que no esté atravesado por la ciencia, la tecnología y la innovación”.
Cristina reflexiona que “no podemos desarrollar un sector de investigación, ciencia e innovación exitoso sin que los investigadores estén insertos en el tejido de producción, bienes y servicios a nivel nacional”.
A su vez, habló de contribuir a desarrollar una cooperación internacional, porque “hay estructuras que son importantes para desarrollos que el país no posee por su tamaño relativo o capacidades”. Como podría suceder al revés, “no tengo la mínima duda de que Uruguay podría ser el exportador de vacunas veterinarias en América Latina”.