
Mariana Pomiés: Crear un partido de la Coalición Republicana “es matar a los partidos”

El pasado 11 de mayo se llevaron a cabo las Elecciones Departamentales y Municipales 2025 en nuestro país y con ellas se acabó el largo ciclo de votaciones que terminaron de definir los nombres de quienes estarán al mando de los cargos públicos en el próximo quinquenio. El resultado de las departamentales arrojó que el Frente Amplio (FA) tendrá cuatro intendencias, el Partido Colorado (CP) una y el Partido Nacional 13.
Para entender el contexto que dejó el ciclo electoral y estos últimos resultados, El Explorador se trasladó hasta la casa de Mariana Pomiés, directora de la consultora Cifra y licenciada en Sociología, quien dio su punto de vista del panorama de los resultados. Lo primero que destacó fue el final de un ciclo electoral en el país “con muchas etapas”. A su criterio, este período electoral sirvió para “revitalizar” algunos sectores o partidos y “confirmar la diferencia que hay entre las Elecciones Nacionales y Departamentales, que funcionan con lógicas distintas”, puntualizó.
En el caso del PC, cuando empezaban las internas en 2024, “no parecía tener mucho empuje; si bien electoralmente tampoco creció, sí logró dar un dinamismo con cierta renovación de liderazgos”. Para el partido blanco, que venía de perder las Elecciones Nacionales, “de forma inesperada para ellos” en sus intenciones de mantener el gobierno, “parece que en las últimas elecciones logró revitalizarse y no quedarse en la derrota, lo que evidencia que los líderes locales trabajan de forma distinta para los comicios presidenciales y parlamentarios que para las departamentales”, detalló la directora.
“Por su parte, el FA cuenta con un Movimiento de Participación Popular (MPP) que tiene un amplio liderazgo, por lo que son dos sectores que con pequeños movimientos de la población siguen bien marcados: uno que se identifica con la coalición y otro con el FA”. A su manera de interpretar los resultados, reseña que no ve “grandes sorpresas, más que la estabilidad”.
“En Uruguay estamos acostumbrados a esa estabilidad, y sigue respondiendo a dos bloques ideológicos de percepción del mundo y atribución de problemas que siguen bien marcados”. “El balance no fue negativo para los frenteamplistas”, argumentó luego de conocerse el resultado de Lavalleja.
Asimismo, fue enfática al decir que la participación ciudadana sigue siendo “más tibia que la tradicional”. “Seguimos en un cambio de forma de vivir la política, en el que en cada elección se quejaban de que la gente no participaba; esta es una realidad del mundo, no solo de nuestro país. No existe mucho interés en la política partidaria; aun así, en cuestiones importantes la gente se expresa”, analizó.
“Me preocupan los temas de corrupción”
A pesar de eso, la especialista no ocultó su preocupación en “cuestiones que tienen que ver con la corrupción y de cómo hemos ido ampliando nuestra tolerancia a estos temas”. Dentro de su lectura y la explicación de por qué ocurren estos casos, donde existían candidatos investigados y aun así ganaron, asegura que no son “fenómenos fáciles de entender”.
“Lo primero es saber que Uruguay viene de una cultura política muy vinculada al clientelismo, sobre todo en el interior. Allí las intendencias son el gran empleador y eso se ha acentuado en la medida en que cierran los comercios y las industrias”, explicó. “Esa lógica lleva a que las personas voten por el intendente que es vecino y que lo va a ayudar a conseguir empleo”.
“El problema es que, somos más conscientes de que algunas acciones en el pasado no las veíamos tan malas y son un delito”, reflexionó Pomiés. Asegura que nos va a “costar”, pero que venimos cambiando el “switch” y espera que la gente no tome como natural la corrupción y el clientelismo político.
Dificultades del FA para captar voto en el interior
Resalta que la tendencia de los pocos votos de la coalición de izquierda en el interior no ha cambiado. Reconoce que cuando el FA logra un mejor “contacto” con las personas del interior, gana y, cuando no lo hace, pierde. “El Frente aprendió de la derrota (2020) y trabajó en estos 5 años para volverse a reconectar con el interior. Eso no quiere decir que gane más intendencias, porque la gente separa las elecciones”.
Entre los retos para los partidos políticos luego de las elecciones, se centra más en que el PC y PN “logren una oposición fuerte”, que le dé visibilidad en las próximas elecciones para “competir” como lo hicieron hasta ahora “coalicionándose”, y luego, de que a la izquierda no le vaya tan bien en el gobierno, “porque el uruguayo vota no solo enojado por un cambio, sino con la confianza de que la otra propuesta sea sostenible”, resaltó.
“Por otro lado, el Frente Amplio tiene que gobernar tratando de no desconectarse de la gente, de las bases y cumpliendo parte de las propuestas hechas en la campaña. Que no va a ser fácil; ellos han salido mucho a decir que no se encontraron con la situación económica esperable, lo cual anticipa que es difícil hacer cosas hondas como requiere el país. Pero indefectiblemente estamos ante una situación de deterioro social y la única manera de mejorarlo es agrandar la torta”, mencionó.
“Acortar el ciclo electoral”
En referencia al largo período del ciclo electoral en nuestro país, asegura que sí se debe rever el tiempo del período electoral. “Tiene que haber otra mirada del sistema político; no es fácil, el sistema electoral tiene sus requerimientos y sus tiempos. Podemos buscar optimizarlos y acortarlos”.
“Podríamos cambiar los ciclos electorales de modo que las elecciones de los intendentes no caigan tan juntas con las nacionales, sino alternar. Acortar los tiempos entre las elecciones internas y las elecciones nacionales para que no sea tan largo el ciclo electoral. Eso puede ser, pero no hay que evitar etapas ni volver a juntar. Fue una gran ganancia separar las elecciones departamentales de las nacionales porque son campañas distintas para los actores y se tratan temas distintos”, explicó.
En cuanto a las elecciones municipales, resalta el trabajo de las alcaldías y los municipios porque son la solución a los problemas “micro” y están en cercanía con la gente; “el problema es que no se les enseñó a las personas cómo usarlos”. “Hay que mejorar la organización y asignar alcaldías en las afueras de las capitales y llevar la gestión a sitios lejanos de donde se toman las decisiones”.
“Montevideo no entendió el rol de los municipios o las alcaldías y eso es porque el sistema político tiene que educar a la población y mostrarle lo bueno que es, las ventajas y lo que le implica en el cambio. Por otra parte, hay que hacer una reforma en cuanto a los ediles, el cuerpo legislativo departamental; el que gana se lleva la mayoría, más allá de que debería ser proporcional, porque si no, los intendentes no tienen control”, sostuvo.
La Coalición Republicana mata a los partidos
A juicio de Mariana Pomiés, la coalición debilita a los partidos, porque “no es bueno formar una Coalición Republicana como partido porque eso va a matar a sus integrantes”. “Porque una cosa es que me guste mi partido, los legisladores o que quisiera que estos llegaran al gobierno, a que sea el otro al que vote. Eso me parece que es desconocer la tradición y las identidades partidarias”. “Los colorados no son iguales a los blancos; pueden tener mucho en común, pero no son iguales. Tienen visiones distintas de muchas cosas del país”, sentenció.
Aun así, reconoce que en Montevideo la coalición de derecha enriqueció la campaña, ya que no fue con un candidato único y le dio al votante “mayor amplitud ideológica”. Asegura que después del ganador, Mario Bergara, y su más cercano perseguidor, Martín Lema, los otros cuatro candidatos no eran tan conocidos, pero “la pluralidad la gente la valora”.
Finalmente, hizo referencia al resultado en la capital del país. “Hay algunos factores que incidieron en el resultado de la intendencia de Montevideo. Primero, hay un descontento de los frenteamplistas con una parte de la gestión de la intendencia, pero también hay una aprobación de otra parte de la que no se habla tanto. Hay mucha satisfacción en temas culturales, espacios públicos y otras cosas que el uruguayo valora mucho”, mencionó.
“Si la gente sigue votando la misma opción es porque creen que la otra no es mejor; no le va a resolver el problema ni va a hacerlo mejor de lo que está haciendo la otra. Como el dicho uruguayo: más vale malo conocido, que bueno por conocer”, cerró.
Lavalleja, un resultado difícil de prever.
La elección en el departamento de Lavalleja fue la más reñida de todo el país. Apenas por una diferencia de 95 votos, el Frente Amplio consiguió su cuarta intendencia, la primera en ese departamento, tras el conteo de los votos observados. “Una victoria no del todo esperada y difícil de prever con la información que se tenía en la previa”, afirmó Pomiés.
Para la directora de Cifra, los factores que pudieron incidir en el resultado tienen que ver por un lado con la situación interna de conflicto en el Partido Nacional que perjudicó al candidato Mario García, quien buscaba la reelección. Por el otro, el peso político que tuvo el candidato del Frente Amplio, Daniel Ximénez, que operó como un “caudillo local”. “Cuando el Frente encuentra candidatos que llegan y que son caudillos locales, tiene más chance de ganar que si no los tiene y los tiene que crear”, afirmó.
Agregó que “había pocos indicios” de un desenlace como el que se planteó y la paridad quedó en evidencia en el escrutinio primario. De hecho, en la elección departamental de 2020, el Frente Amplio solo había obtenido 20% mientras que el Partido Nacional estuvo arriba de 50%. “Lavalleja es un departamento de tradición blanca, donde el Frente Amplio nunca había ganado, por lo que era muy difícil prever qué podía pasar con muy pocos datos previos y una historia que favorecía al Partido Nacional”, afirmó.