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LAYERA DISPUESTO A RESISTIR ARMADO ALLANAMIENTO NOCTURNO EN “LEGÍTIMA DEFENSA”

LAYERA DISPUESTO A RESISTIR ARMADO ALLANAMIENTO NOCTURNO EN “LEGÍTIMA DEFENSA”

El ex director de la Policía Nacional, Crio. Gral. (R.) Mario Layera, cuestionó el plebiscito que habilita los allanamientos nocturnos y aseguró que de aprobarse la iniciativa se perdería una de las garantías fundamentales que consagra la Constitución. 

Consultado sobre cuál sería su reacción en caso de producirse un allanamiento nocturno a su domicilio, Layera no lo dudó: aseguró que, en esa circunstancia, defendería, incluso con armas, si fuera necesario, en “legítima defensa” de su hogar y de su familia.

En octubre, junto a las elecciones nacionales, se va a plebiscitar la posibilidad de que existan allanamientos nocturnos, lo cual está expresamente prohibido en el Uruguay de acuerdo con el artículo 11 de la Constitución. Allí se plantea que el hogar es un “sagrado inviolable”, que “de noche” nadie podrá entrar en él sin consentimiento de su “jefe” y que “de día” sólo mediante orden expresa de un juez competente, por escrito y en los casos determinados por la ley. El plebiscito propone modificar la Constitución y establecer un nuevo texto para el artículo 11, en el que se quitan las referencias asociadas al día y la noche. El texto a plebiscitarse señala: “El hogar es un sagrado inviolable. Nadie podrá entrar en él sin el consentimiento de su morador, o por orden expresa y fundada de juez competente, dictada por escrito en los casos y formas establecidas por la ley.” La iniciativa partió del senador nacionalista Carlos Camy quien a fines del año pasado anunció que llegó a las firmas de legisladores necesarias para plebisicitar una reforma constitucional que habilite los allanamientos nocturnos.

La propuesta se ampara en el artículo 331 de la Constitución que exige, como uno de los cinco mecanismos para reformar la carta magna, que se reúna la voluntad de dos quintos del total de componentes de la Asamblea General (52 legisladores). La iniciativa de reforma superó ampliamente los dos quintos de las rúbricas necesarias de la Asamblea General: obtuvo 71 adhesiones. Firmaron todos los legisladores menos los del Frente Amplio (FA). El objetivo principal de esta consulta es reducir el narcotráfico desarticulando las bocas de venta de drogas que funcionan durante la noche, para atrapar “en el acto” a las personas que están violando la ley Hoy en día la Policía no puede ingresar a una vivienda hasta que haya salido el sol, lo que da tiempo a que se desaparezca la evidencia o a que los delincuentes se den a la fuga.

En entrevista con El Explorador, Layera fue muy crítico de la gestión del actual gobierno en materia de seguridad. Afirmó que “transcurrido este tiempo y habiendo presentado un modelo totalmente diferente al que se seguía, el resultado es negativo”. “Esto está demostrando que, en realidad, el problema es mucho más complejo y debería hacernos recapacitar correctamente sobre si la contienda electoral puede manipular los aspectos de seguridad, si se puede alcanzar una política criminal de mayor consenso sobre la seguridad y, en base a eso, presentarle a la ciudadanía una luz que, hasta este momento, no es existe”.

El gobierno ha presentado cifras donde, ha establecido, que por primera vez años se ha logrado torcer la tendencia creciente de algunos delitos. ¿Cuál es la realidad entonces en materia de seguridad?

En mi conocimiento, la política que ha seguido este gobierno, en realidad, tienen que ver con desestimular las denuncias, que es el reflejo, en definitiva, un poco de la realidad. Siempre hay una cifra oscura, es decir, hay personas que no denuncian porque en este gobierno se pretendió o se pretende desestimular la denuncia. Este es un tema que hace que la ciudadanía pierda confianza porque lo que está percibiendo, la realidad, es otra cosa. Entonces, en definitiva lo que se perdió es la confianza en esa cifra. Yo desestimulo la denuncia o manipulo de alguna manera esa denuncia, puedo estar ofreciendo un panorama y la prueba está que hay algunas situaciones como, por ejemplo, los homicidios y la denuncia de violencia doméstica que es imposible de modificar y eso tienen tendencia a seguir subiendo.

Entonces, ¿qué quiere decir? La rapiña y el hurto son diferentes. Se pueden manipular. Entonces, ahí hay una contradicción. Suben la denuncia de violencia doméstica, sube todo el tema de violencia de género y suben los homicidios. ¿Por qué bajan los demás? Hay un aspecto que lleva a dudar y entonces, ya digo, eso impacta sobre la estadística y la confianza.

¿Usted dice que hay una política deliberada para desestimular las denuncias a nivel de la población?

Yo creo que sí. Por lo menos ese es el conocimiento que tengo. Hay muchas quejas de que la gente va a denunciar, que después no reflejan la denuncia. Pero además están los tiempos de atención, las formas de atención y todo lo demás, no estimula.

Un factor que no es nuevo pero que golpea fuertemente la realidad de los uruguayos tiene que ver con el narcotráfico, el enfrentamiento entre las bandas. Usted en 2018 alertó que íbamos camino a vivir situaciones como la que se vive en El Salvador o Guatemala en ese momento. Por un lado, le pregunto cuál es su diagnóstico seis años después y en el caso de El Salvador, si está de acuerdo con las medidas que se adoptaron allí. 

Primero, reconocer que cuando uno utiliza este tipo de comparaciones puede equivocarse y simplemente estar tratando de llamar la atención sobre hechos que puedan ser comparados. También dije en ese momento que Uruguay no era El Salvador, que tenemos características diferentes. Pero indudablemente no ha variado mi percepción. No hay nada que la haga variar y estoy convencido que la tendencia está determinando que sí, que el problema se mantiene y va en aumento. 

Cuando indudablemente se quiere debatir el tema y llevarlo a una profundidad mayor, en donde participen expertos, las primeras críticas que surgieron de todo, incluso desde el Frente Amplio en aquel momento, fue que yo soy alarmista y que nunca va a suceder lo mismo que en El Salvador, o en Guatemala, o en otros países. Sí, claro, indudablemente que uno utiliza ejemplos muy fuertes para llamar la atención sobre el problema. Pero no quiere decir que todo pase igual. El motivo que llevó a expresarme de esa manera fue para llamar la atención sobre la situación. Creo que el narcotráfico se instaló, creo que ahora hay otra visión. No creo en una solución como la de El Salvador para resolver la situación y el problema, indudablemente. Porque no hemos llegado a esos límites, aunque hay personas dentro del debate que están solicitando medidas mucho más represivas. 

Incluso se ha hablado de poner militares a patrullar en la calle….

Sí, ahora también estamos hablando, vamos a decir, de quitar garantías constitucionales, como el allanamiento nocturno, estamos hablando de medidas de emergencia, que medio que se parecen a medidas prontas de seguridad.

¿Usted se refiere a las medidas de urgencia que propone Cabildo Abierto? ¿Por qué las asocia con medidas prontas de seguridad?

Yo las asocio sí, porque en definitiva estoy entendiendo que va en esa dirección. Pasa que en una escalada de este tipo, cuando se sigue el camino absoluto de la represión, al final de camino, al final de ese camino, sólo queda la aplicación de medidas excepcionales. No quiero decir que pase. Simplemente digo, es una posibilidad y creo que debemos pensarla y debemos analizarla cuando tomamos decisión.

Y con respecto al plebiscito de los allanamientos nocturnos, ¿qué dice usted?

Bueno, yo ya me he expresado públicamente en contra. Yo creo que nuestra Constitución contiene un pacto social que hemos adoptado y ya lleva desde 1830, esos deberes, garantías, derechos que no han sido modificados en la Constitución desde ese tiempo y después de pasar tanto tiempo y tantas personas y generaciones que también tuvieron problemas, que también tuvieron violencia. 

Entonces yo creo que evidentemente son cosas que nos deben hacer reflexionar si realmente, si realmente tocamos principios y valores tan importantes para ser utilizadas como ´herramienta´ ante un problema, siendo que es mucho más amplio el aspecto y se pueden adoptar medidas que están, que las tenemos y que simplemente significan una voluntad de aplicarlas. Creo que como que damos un salto, como que decimos bueno, tenemos un montón de herramientas y medidas y bueno, por carencia de recursos no las aplicamos y entonces vamos a ir directamente a lo más simple y a poner todo en blanco y negro y decir bueno, empezamos a recortar garantías. Para mí, cuando yo me hago la pregunta ¿qué pasaría si a mí me llaman mi casa en hora nocturna? Bueno, realmente, realmente me sentiría desprotegido y se contradice con la reacción de que yo y cualquier ciudadano que no ha sido condenado por supuesto, por ningún delito, se enfrente a recibir un tipo de procedimiento 

¿Y cómo reaccionaría en una situación como esa?

 Yo voy a defender mi familia y mi hogar en esas condiciones. Incluso dentro del programa de este gobierno, en la ley de urgente consideración se amplía la legítima defensa de lo que es la propiedad y el hogar.

¿Pero si se aprueba el plebiscito y en un caso hipotético que allanen su vivienda en horas de la noche? 

Yo defendería mi hogar.

¿Y de qué forma?

-Y de todas las formas posibles que pueda tener.

O sea, ¿resistiría, digamos, el allanamiento, la orden, una orden que se supone que es una orden judicial?

Se supone, pero en la noche me tiran la puerta abajo, me gritan que son policía.

Pero ¿usted resistiría con armas?

Sí, por supuesto, si yo las tengo, porque digo, en mi caso estoy en otra situación también. Yo participé, fui policía, participé en un montón de operaciones. No sé si, en realidad, es una situación de un grupo ilícito que pretende dañarme a mí y a mi familia.

¿Pero si se identifican como policías?.

A ver, yo he hecho muchísimos allanamientos. Es decir, a mí no me pueden personas que jamás hicieron un allanamiento hablarme de lo que significa un allanamiento diurno. Y me imagino un allanamiento nocturno. Actualmente, en forma nocturna, la Constitución prevé que si el jefe del hogar firma una autorización, se hacen. Si el jefe es del hogar, pero para eso tiene que haber un aviso. Yo estoy hablando sobre los argumentos que se están empleando para definir esto, es decir, atacar las bocas. Es decir, cuando uno va a hacer un allanamiento a una boca o a algún lugar que, o va a detener a una persona que está requerida. Eso tiene que ser imprevisto y sorpresivo, esa acción. Si no, no tiene ningún valor. Eso se hace mediante la fuerza, la aplicación de fuerza. Y si nos equivocamos, bueno, hay una gran responsabilidad. Y la primera responsabilidad de lo que estamos hablando ahora es, si admitimos eso o no.

En definitiva, la gente va a resolver y si hay una decisión soberana, por supuesto, y democrática de ese estilo, bueno, se tendrá que cumplir la ley. Para mí es así, aunque algunos otros me han dicho, bueno no, pero si sale, después va a haber una ley reglamentaria, entonces ahí se van a poner las garantías de cómo se va a hacer y todo lo demás. Pero bueno, yo confío, o me enseñaron a mí, por defecto profesional, que para mí mi mejor arma es la Constitución. También en ella está que tengo que respetar la ley y que en caso de que el soberano, que en definitiva que resuelve, por mayoría decide seguir otro camino diferente al que yo estoy diciendo, bueno.

Pero en ese caso, yo le planteaba esa situación justamente, ¿Cuál sería su reacción ya con los allanamientos nocturnos habilitados por el plebiscito y le tocan timbre de noche, o no le tocan timbre, le tiran la puerta abajo?

Yo reaccionaría defendiéndome. Aplicando legítima defensa.

O sea, más allá de que pueda existir una orden de allanamiento y se cumplan todas las formalidades requeridas.

Sí. 

¿Pero porque es de noche? ¿Y si fuera de día?. Porque usted entiende que…

Salvo que me golpearan la puerta, dijera, soy policía, y yo le dijera, bueno, a ver, identifíquese, denme su identificación, tengo una orden de allanamiento, bueno, dénmela por abajo con la puerta.

¿En ese caso sí?

Bueno, en ese caso sí. Pero el procedimiento generalmente no es así. No es así cuando se pretende, aparte, justificar la noche, ¿por qué? Porque uno quiere encontrar determinadas pruebas y sorprender a la persona dormida, o con debilidades, a fin de aprovecharla para un procedimiento judicial penal. Entonces, digo, correcto. Si yo voy y me pongo en mi calidad de policía, lo puedo solicitar o me sirve en esa circunstancia, pero tengo que poner en la balanza. Si me pongo del otro lugar, tengo que ponerlo también en la balanza. Incluso siendo un narcotraficante, o cualquier delincuente o criminal, si estoy, por ejemplo, con mi familia, son hechos que están ocurriendo ahora, no estoy hablando de hipótesis. Actualmente hay gente que está copando domicilios, gritando policía, y entrando, y matando gente. Entonces, digo, no estoy hablando de una hipótesis lejana. Eso está sucediendo. Es más, es lo que está llevando a un gran enfrentamiento entre criminales. Pero yo digo, los criminales tienen hijos, igual que nosotros. Y ese, niño, ¿qué? Porque el padre es criminal, ellos sufren. Entonces, creo que, por eso digo, hay que equilibrar las medidas y hay que razonar. Si en 200 años el hogar fue un sagrado inviolable, bueno, ¿qué cambió para que ahora no sea? Simplemente porque venden drogas. ¿Y antes no vendía contrabando, no vendía hurto?. Yo creo que hay que tener un balance. Y el problema es ese. No quiero, o no me gustaría, que se sacara de la Constitución esa garantía que tenemos y que nos posiciona. ¿Es bueno eliminar garantías? ¿Es bueno sacar el derecho que se tiene? Y debo ser justo conmigo mismo en ese sentido. Y no solo con lo que estoy diciendo para mí, sino que lo estoy reflejando por respeto a todos los ciudadanos. Yo entendería que los allanamientos nocturnos nos llevarían a la provocación de mayores daños.

¿Aun cuando se adopten medidas, que haya un equipamiento apropiado y un entrenamiento adecuado?

Sí. Yo he practicado en otros países, en cursos que se han realizado, he entrenado, vamos a decir, los allanamientos nocturnos, y con armas que no utilizan munición letal para estudiar cómo es la situación y cómo se desarrolla y todo lo demás. Y bueno, en todas las que, por lo menos yo participé, había personas heridas, lo que demostraba que es un procedimiento de alto riesgo. En el caso de enfrentarse a una familia ahí provocaría al niño un trauma, a la mujer un trauma, al individuo inocente un trauma, pero si nos enfrentáramos a un grupo, por ejemplo, armado y decidido, el riesgo de vida para la policía sería total.

Ahora, hoy en día la Policía no puede ingresar a una vivienda hasta que haya salido el sol para desarticular las bocas de venta de drogas que funcionan durante la noche

Si alguien me quiere decir que el allanamiento nocturno es el obstáculo que tenemos para eliminar el problema del narcotráfico, bueno, yo no puedo aceptar eso. 

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