
EL DELITO SE HA CONVERTIDO EN UN “NEGOCIO REDONDO”

El diputado, asesor en seguridad del Partido Colorado y ex fiscal, Gustavo Zubía, brindó en una nota con El Explorador su enfoque en el combate contra el delito. Enfatizó que la respuesta debe centrarse en el combate directo del delito.
Reconocido por su estilo frontal, el actual diputado Gustavo Zubía, al comienzo de la conversación aclara que en estos 5 años hubiera deseado “más capacidad para impulsar reformas judiciales a través de numerosos proyectos de ley, que considera cruciales y aún necesarios.”
Criticó la gestión de la coalición, especialmente después de la muerte del extinto Ministro del Interior, Larrañaga, cuyo enfoque eficaz fue sustituido por una gestión menos efectiva bajo su sucesor, Luis Alberto Heber.
A su entender, la administración de Heber se enfocó en aspectos sociológicos y preventivos a largo plazo. Mientras que él cree “que se necesitan medidas inmediatas para abordar el crimen organizado y los altos índices de homicidios.”
Su experiencia como fiscal le lleva a oponerse a las estrategias de largo plazo en favor de respuestas más rápidas y directas en el combate al delito.
Justicia vs. Acto administrativo
El diputado critica el actual Código del Proceso Penal, considerando que ha debilitado la eficacia de las sanciones. “Hoy tenemos un Código de Proceso Penal que ha abaratado todo tipo de sanción mediante el llamado proceso abreviado,” señala, argumentando que esto ha convertido al delito en un «negocio redondo,» ya que las penas se reducen significativamente mediante negociaciones entre el fiscal y el delincuente.
A entender del ex fiscal, esta modalidad tiene el potencial para debilitar las garantías procesales y, en última instancia, incrementar la inseguridad. Argumentó que “a nivel judicial es un factor de inseguridad; a nivel policial no tiene incidencia directa, pero en forma indirecta quita energía muchas veces a la actividad policial. Voy a una expresión popular que, por ser reiterativa, no carece de razón: la expresión popular de se entra por una puerta y se sale por la otra.”
El entrevistado reconoce que el proceso abreviado da velocidad al trámite judicial, pero aclara que “quita garantías, pero en procesos vinculados a delitos de poca entidad no me opongo.”
Pone en cuestión, a modo de ejemplo, los homicidios simples: “La resolución judicial de un homicidio se puede hacer en 24 horas y ya sale el individuo con condena.”
La pregunta que cabe hacerse, a su entender, es “¿hubo las garantías tanto para el Estado como para el propio indagado para determinar en un plazo de 48 horas la conclusión referente a un homicidio y la forma en que se cometió, y la maduración para la imposición de la pena?”
En este sentido afirma: “A mí me parece ridículo que una graduación de esa naturaleza como es un homicidio se pueda solucionar de esta forma.” De la misma forma señala que “el proceso abreviado no es un proceso judicial; es una transacción a realizar de tipo administrativa entre el fiscal, funcionario dependiente de la Fiscalía de Corte, a su vez dependiente del Poder Ejecutivo, con el particular.” Indica que, en este caso, el juez, que es el Poder Judicial, está llamado “a meramente una función de fiscalización de si esa transacción se hizo bien.”
Por otra parte, analiza las posibilidades de rehabilitación, las cuales no niega “cuando están las condiciones dadas para ello.” Lo que niega es “exagerar estos mecanismos de devolución bondadosa con el delito” que nos asegura “están trayendo un aumento delictivo porque delinquir sigue siendo negocio redondo.”
“Hay pocas posibilidades de que lo agarren,” se esclarece entre el 5 y el 7% de los delitos cometidos. “Y si lo agarran, usted tiene mecanismos para disminuir la condena por procedimientos de acuerdo de negociación administrativa. Entonces, donde hay un guille, se van a anotar muchos para ese guille.”
Una Fiscalía “sin cabeza”
Zubía no se detiene solo en la crítica del Código de Proceso; propone reestructurar la fiscalía, organismo que considera “decapitado” debido a la falta de liderazgo tras la renuncia del último fiscal de corte. Para resolver esta crisis de conducción, sugiere un modelo colegiado o “triunvirato” que permita una gestión más eficaz. “La fiscalía es el organismo de combate jurídico contra el delito, y lo primero que necesita es una cabeza», subraya.
A su entender, el tipo de control debe respetar la independencia técnica de los fiscales, “que poco se ha respetado en estos últimos años” asegura, pero vuelve a indicar que “la Fiscalía General de la Nación hace dos años que no tiene cabeza.”
Hace un racconto de los últimos sucesos donde recuerda que el último fiscal de corte fue el doctor Díaz. Quien renunció a su cargo y quedó un fiscal subrogante de corte, “no un fiscal titular,” el doctor Gómez, “que en estos días a su vez presentaría la renuncia,” asegura.
“Quedan fiscales interinos, fiscales subrogantes, de acuerdo a la antigüedad en el cargo. Entonces, la conclusión que saco es que la fiscalía no tiene cabeza.”
Ministerio de Justicia
Ante la propuesta de algunos sectores de crear un Ministerio de Justicia, el Dr. Zubía se manifiesta en contra, considerándolo una solución que añadiría más burocracia a un sistema ya sobrecargado. “Lo primero es habilitar, reparar, reestructurar eso que no está funcionando en forma independiente y no crear una nueva forma burocrática,” argumenta. Su postura es clara: antes de añadir más capas de gestión, es necesario corregir las deficiencias existentes en la fiscalía y el sistema penitenciario.
Es así que nos dice: “Nadie discute cuál es la situación de las cárceles uruguayas,” y lanza la pregunta: “¿las condiciones de las cárceles uruguayas, a usted le parecen condiciones habilitantes para la función que dicen cumplir o no habilitantes?”
Ante la respuesta de “parecieran ser no habilitantes,” asegura que “es la que va a dar el 99.9% de la población uruguaya.” Asume la autocrítica de que esta era una promesa comprometida en el Compromiso País: “modificar la estructura de las cárceles por un servicio descentralizado; no se hizo.”
Allanamiento Nocturno e Internación compulsiva
Otro tema presente en la agenda de seguridad, el de los allanamientos nocturnos, que será puesto a consideración de la ciudadanía a fines de octubre, es para el legislador una herramienta lógica y necesaria para combatir la impunidad durante la noche.
“Uruguay es de los poquísimos países que tiene impunidad garantizada para la acción delictual entre las 7 de la tarde y las 5 de la mañana», dice, subrayando la necesidad de equiparar las horas nocturnas con las diurnas en términos de acción policial. Aunque reconoce los riesgos de errores en los allanamientos nocturnos, considera que estos son manejables bajo la supervisión adecuada del Poder Judicial.
Consultado sobre la internación compulsiva de personas en condición de calle que entró en vigencia, tiene una postura firme. “Sí, estoy de acuerdo, modificando los procedimientos que no me han parecido los mejores y que se han hecho en los últimos días,” afirma, reconociendo las dificultades pero defendiendo la necesidad de medidas drásticas cuando la situación lo requiere.
Partido, gobierno y coalición
En respuesta a las inquietudes sobre el rol del Partido Colorado en este período de gobierno, afirmó con contundencia: «He sido de los colorados que se ha opuesto enfáticamente al Presidente de la República en más de un tema.» Detalló su oposición al Impuesto a la Actividad de Servicios (IAS), destacando que logró «una disminución de ese impuesto» y su constante conflicto con la posición del Presidente en temas de seguridad debido a lo que él considera «inoperancia».
Contrario a la visión de que el partido ha sido meramente un “levantar la mano con el resto». Reconoció que puede haber “una percepción” en ese sentido, pero subrayó su propia postura activa y disidente.
En este sentido y sobre el funcionamiento de la actual coalición, criticó la falta de espacio para la discusión: «La coalición ha tenido un funcionamiento dificultoso», manifestó.
Explicó que, como sector minoritario, no ha tenido «el espacio suficiente para expresarme,» y que a menudo se ha visto forzado a «salir necesariamente a la prensa para manifestar mis discrepancias.»
Además, señaló que la falta de «conductores necesarios de la recepción de información a todos los sectores» ha sido una deficiencia grave. Según él, estas deficiencias deben ser revisadas para evitar futuras disfuncionalidades.
También se refirió a los compromisos del actual gobierno, especialmente en el área de seguridad. «El Compromiso País establecía declarar una emergencia nacional en seguridad,» recordó, subrayando que esta medida, firmada por todos los representantes políticos, aún no se ha cumplido. Criticó la «tibieza» en el cumplimiento de los compromisos y lamentó que se haya olvidado «de cumplir con lo que habíamos prometido».
Consultado en cuanto a la posibilidad de asumir un cargo ejecutivo en un próximo gobierno de coalición, Zubía destacó que «depende de cómo se den los factores.»
Reconoció el crecimiento inesperado del Partido Colorado, como lo indican las encuestas, que muestran «un crecimiento del Partido Colorado en función de un decrecimiento del Partido Nacional y de Cabildo Abierto.» Ve este crecimiento como una oportunidad positiva para el partido.
Respecto al «efecto Pedro» (el regreso de Pedro Bordaberry a la política), cree que será beneficioso para el partido, ya que «va a dar un crecimiento al partido desde otras áreas o desde los otros partidos.» Sin embargo, también advirtió que este crecimiento exigirá una reestructuración interna del Partido Colorado.