
La voluntad popular le dijo no a los plebiscitos

Luego de las elecciones nacionales, realizamos un balance con los principales propulsores de los plebiscitos. Con la opinión del profesor Sergio Sommaruga, por parte de la reforma en la Seguridad Social, y el senador Carlos Camy, por la habilitación de los allanamientos nocturnos.
En las pasadas elecciones nacionales, además de elegir a las fórmulas presidenciales que irán a balotaje el próximo 24 de noviembre. Yamandú Orsi–Carolina Cosse por el Frente Amplio y Álvaro Delgado–Valeria Ripoll del Partido Nacional junto a la coalición. Los ciudadanos uruguayos tenían la opción, no obligatoria, de votar por dos plebiscitos: el de la reforma en la Seguridad Social y la habilitación de la herramienta de allanamientos nocturnos. Haciendo una modificación en el artículo 11 de la Constitución que prohíbe el ingreso al hogar sin consentimiento de su jefe o jefa.
Ambos fueron presentados en papeletas que contenían un SÍ. Diferenciándose en los colores, ya que se eligió amarillo para los allanamientos nocturnos y blanco para la Seguridad Social.
Según los datos recopilados de la plataforma de la Corte Electoral, la reforma de la Seguridad Social obtuvo 935.029 votos. Mientras que la de allanamientos nocturnos 947.706. Cabe mencionar, que se contabilizaron 33.718 sobres solo con hojas por el SÍ, lo que no especifica la Corte Electoral es para cuál de las propuestas iban destinadas.
Esta cantidad de votos fue insuficiente para el objetivo final, dejando anuladas ambas propuestas.

Seguridad Social: el plebiscito impulsado por el PIT-CNT
Nuestro medio volvió a recurrir a uno de los dirigentes de la Comisión de Defensa del Plebiscito contra la Reforma en la Seguridad Social, el profesor Sergio Sommaruga. Quien reflexiona sobre el proceso, el impacto social de esta lucha y el camino a seguir en una entrevista exclusiva para El Explorador.
Sommaruga comienza resaltando el respaldo popular del movimiento, pese a las “asimetrías de fuerzas” enfrentadas. Durante la campaña, las estructuras oficiales, como el gobierno, resaltando la participación del mismo presidente de la República, Luis Lacalle Pou. A pesar de la limitación constitucional que establece el numeral 5 del artículo 77 en el cual dice: “El Presidente de la República y los miembros de la Corte Electoral no podrán formar parte de comisiones o clubes políticos. Ni actuar en los organismos directivos de los partidos, ni intervenir en ninguna forma en la propaganda política de carácter electoral” y hasta organismos internacionales sostuvieron un discurso que, según el entrevistado, apelaba al «miedo irracional» sobre el contenido programático de la propuesta, generando un clima de incertidumbre entre los votantes.
“El miedo es un dispositivo de control siempre”, afirma, explicando que, aunque ese miedo no permitió alcanzar el objetivo del plebiscito, el casi millón de votos alcanzado (935.029) marca un precedente significativo.
Estima que el respaldo se manifestó incluso entre personas de diversos sectores políticos. Incluyendo votantes de partidos de derecha que, en esta instancia, para Sommaruga “pensaron como trabajadores”.
“7 de cada 10 votantes del Frente Amplio acompañaron la papeleta, más de 110.000 votantes de los partidos blanco y colorado acompañaron la papeleta y hay unas 30.000 personas que solo ensobraron la papeleta, entonces esto habla de una transversalidad que tuvo el mensaje del movimiento sindical”, estima Sommaruga.
Sobre el rol del movimiento sindical, Sommaruga subraya la importancia de haber superado los intentos de estigmatización y criminalización que pretendieron marginarlo. La respuesta de la ciudadanía sugiere que muchos comprendieron que esta propuesta tenía un impacto directo en sus derechos y condiciones de vida, independientemente de su afiliación política. Este, sostiene, es el logro más significativo del plebiscito de la Seguridad Social.
Desafíos a futuro y estrategias a implementar
Señala que uno de los desafíos pendientes es una comunicación efectiva con los jóvenes. La inclusión de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU) aportó a la sensibilidad en la campaña. Pero aún queda pendiente mejorar la integración de las nuevas generaciones en el debate político. Además, reconoce la necesidad de una estrategia de comunicación que logre rebatir el discurso de “orden y caos”. Para Sommaruga, dificulta cualquier propuesta que busque innovar en materia de derechos.
Resumiendo, son tres los aspectos que considera que desde el PIT–CNT se deben tener en cuenta a un corto plazo: juventudes, inserción territorial y mejores estrategias de comunicación. Para que el movimiento sindical tenga “mejor llegada y más efectividad en el mensaje”.
El rol del Frente Amplio
En cuanto al apoyo del Frente Amplio, Sommaruga admite cierta sorpresa por la oposición de algunos sectores que, en otros momentos, han respaldado a la clase trabajadora.
Sin embargo, subraya que el movimiento sindical avanzó en defensa de una propuesta socialmente justa. Independientemente de las críticas, y que en futuras instancias se deben cultivar vínculos más saludables con organizaciones sociales y políticas, para poder modernizar la seguridad social con “un rostro más humano”.
La ruta para la reforma de la Seguridad Social
Sommaruga vislumbra dos posibles caminos hacia una futura reforma de la Seguridad Social. Si el Frente Amplio gana las próximas elecciones, se ha comprometido a iniciar un diálogo social amplio que podría culminar en una nueva ley. Este compromiso ofrece un camino corto hacia la reforma de la ley 20.130, que fue ampliamente criticada. Si, en cambio, la coalición de derecha permanece en el poder, estima que un cambio de rumbo sería improbable.
Finalmente, recuerda que, como en luchas previas del movimiento popular, una derrota no significa el fin.
«Las luchas por derechos no son rectilíneas»
Aludiendo al referéndum contra la Ley de Caducidad en 1989, que no logró sus objetivos, pero sembró la semilla para futuras victorias en derechos humanos.
El movimiento sindical, asegura, persistirá en su objetivo de mejorar las condiciones de vida de los trabajadores. Ajustando sus métodos según las circunstancias, pero sin renunciar a su causa.

El plebiscito sobre allanamientos nocturnos: una oportunidad perdida para la seguridad nacional
El reciente plebiscito en el que se propuso habilitar allanamientos nocturnos realizando una modificación en el artículo 11 de la Constitución, que prohíbe el ingreso al hogar sin consentimiento de su jefe o jefa, ha dejado una sensación de sorpresa al no llegar a la cantidad de votos necesarios.
Carlos Camy, senador y uno de los principales impulsores de esta iniciativa, compartió sus impresiones sobre el resultado a El Explorador.
Durante la entrevista, destacó que, aunque las encuestas previas realizadas durante todo el año indicaban un respaldo mayoritario de la ciudadanía hacia la medida, el resultado final fue inferior a lo esperado. «Casi un millón de personas lo aprobaron, pero nos resulta sorpresivo que el resultado no haya reflejado el apoyo que anticipaban las encuestas», señaló.
El senador enfatizó la importancia del plebiscito como una expresión democrática, subrayando que «cuando se expresa la ciudadanía, el resultado se respeta».
Carlos Camy considera fundamental el respeto a la voluntad popular. Aunque también destaca que los allanamientos nocturnos son una herramienta esencial en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado en nuestro país.
Futuras propuestas en seguridad
Al ser consultado sobre el impacto del resultado en futuras propuestas sobre la seguridad nacional, mantuvo una postura optimista. Afirmando que existen diversas medidas que no requieren reformas constitucionales y que pueden implementarse de manera más ágil.
Además, se mostró convencido de que la seguridad ha mejorado en términos de estadísticas. Aunque reconoció que aún persisten desafíos significativos, especialmente en relación con la violencia asociada al narcotráfico.
“Yo estoy convencido de que es una herramienta necesaria para que la justicia y la policía puedan ser más eficaces en el combate al delito, fundamentalmente al narcotráfico y al crimen organizado. Es una herramienta más, pero necesaria y de utilidad”.
Resaltando que, de 203 países, solo 4 de ellos no utilizan la herramienta, siendo Uruguay uno de los países que queda por fuera.
El senador del Partido Nacional considera que no es adecuado plantear de inmediato nuevas propuestas en temas de seguridad ya que “la democracia hay que cuidarla, y la democracia implica respetar las disposiciones de las mayorías”. Recordó que en las elecciones de 2019 ya se había planteado habilitar la herramienta de allanamientos nocturnos en la campaña “Vivir sin miedo”, la cual fue rechazada.
Dos plebiscitos, dos papeletas
Una de las hipótesis que surgieron durante la conversación fue la posible confusión generada por la simultaneidad de dos plebiscitos, lo que pudo haber influido en el bajo apoyo al de los allanamientos nocturnos. “En el caso del SÍ, para derogar la reforma realizada por el gobierno para el tema de la previsión social hubo un fuerte énfasis de campaña muy agresiva que pudo haber llevado también a que la ciudadanía se confundiera o por temor no pusiera ninguna papeleta”, admitió.
El plebiscito sobre allanamientos nocturnos ha dejado claro que, en el ámbito de la seguridad, el camino hacia la implementación de nuevas herramientas es complejo y requiere no solo de propuestas sólidas, sino también de un diálogo efectivo con la ciudadanía. La experiencia adquirida será clave para el futuro de la política de seguridad en el país.