Gustavo Zubía denuncia que “no hay medidas estructurales” para combatir los homicidios
El senador colorado advierte sobre la falta de medidas estructurales ante el aumento de homicidios, cuestiona la Ley 19.580 por ser “jurídicamente desbalanceada” y denuncia una justicia penal debilitada por “negociaciones de penas”.
Los temas relacionados a la seguridad del país se mantienen sobre la mesa y en búsqueda de consensos para llevar tranquilidad a una sociedad que desde hace décadas no la encuentra. En tiempos en los que el discurso sobre seguridad tiende a suavizarse con llamados al consenso, Gustavo Zubía, senador por el Partido Colorado y exfiscal de Corte, mantiene su discurso frontal hacia el actual gobierno del Frente Amplio como lo ha hecho con la pasada administración de coalición. En entrevista exclusiva para El Explorador, el senador considera que el país se encuentra en una situación de “pandemia en materia de delincuencia” por homicidios, sin que existan respuestas de fondo.
“El delito principal es el homicidio, y no hay medidas estructurales para combatirlo. Hablar de ‘normalización’, como hace el Ministerio del Interior, es una estrategia política para darle apariencia de normalidad a algo que es inaceptable”, expresó.
Además, vuelve a colocarse en el centro del debate sobre las garantías procesales y la equidad jurídica. Dentro de sus prioridades, se encuentra la Ley 19.580 sobre violencia basada en género, a la que considera “jurídicamente desbalanceada” y “estructuralmente injusta”. Según sostiene, la norma vulnera el principio constitucional de igualdad ante la ley y facilita una “desactivación del sistema penal” cuando se privilegia automáticamente la palabra de la denunciante.
“Esta ley, en lugar de buscar un punto de equilibrio, empujó demasiado para el otro lado. Se desvió de su propósito original y hoy permite que el denunciado tenga menos posibilidades probatorias que la denunciante. Eso va contra el artículo 8 de la Constitución”.
“Un plan en construcción que no admite crítica”
Zubía analizó el inicio del nuevo período parlamentario bajo la administración frenteamplista, con especial atención al plan de seguridad anunciado por el ministro del Interior, Carlos Negro. Lejos de mostrar expectativas, considera que se trata de “más de lo mismo”.
Al respecto, afirma que a pesar de que las palabras del ministro Negro hacían referencia a un cambio en la configuración de un plan en el tema de seguridad, el mismo se encuentra en construcción, “es decir, no hay plan”. Considera que se trata de una técnica política inteligente, ya que, al estar en construcción, “no tiene el acabado para ser sometido a la crítica positiva o negativa pertinente”.
Para el legislador, las propuestas actuales recuerdan objetivos inalcanzables de gobiernos anteriores, tanto del Frente Amplio como de la coalición multicolor. A su entender, “solo el período de Larrañaga como ministro fue firme. Luego se volvió a prácticas tibias. Hoy, el discurso es el mismo y los resultados también”.
Descenso de un 1,5% en homicidios sin “sustancialidad”
Consultado sobre las recientes cifras oficiales compartidas por el Observatorio Nacional de Violencia y Criminalidad, los cuales marcan una leve baja en rapiñas y un aumento en delitos informáticos, Zubía se detuvo especialmente en los homicidios, cuya tasa se coloca en 10,6 por cada 100.000 habitantes. “Estamos en situación de pandemia en materia delincuencial en el rubro de homicidios. Hubo un descenso de un 1,5%, lo que no tiene sustancialidad ninguna”, expresó. A su vez, observa que no existen medidas de fondo modificativas de la estructura que como país se tienen en combate contra el delito.
El senador también apuntó contra programas recientes como el de “interruptores”, implementado en 2023 con un financiamiento del Banco Internacional del Desarrollo. “Se dijo que personas con antecedentes penales iban a mediar en conflictos para bajar los homicidios. Costó dos millones de dólares. Prometieron eficacia en meses. Han pasado dos años y los homicidios no bajaron. Es un espejismo publicitario que fracasó”. Asimismo, acusó que dicho programa fue “vendido a la opinión pública” por personas que hoy se encuentran en la asesoría del Ministerio del Interior “con una filosofía semejante”.
“Posición crítica del sistema procesal penal uruguayo”
Uno de los puntos más insistentes de Zubía es la distorsión entre lo que marcan las leyes penales y lo que realmente sucede con las sentencias. Desde la implementación del nuevo Código del Proceso Penal (CPP) en 2017, el castigo efectivo se ha debilitado.
“Mi posición, básicamente, es también crítica del sistema procesal penal uruguayo y del sistema sustancial”. Para el exfiscal, “lo que dice el Código Penal se desvirtúa con el CPP. Las penas se negocian, se reducen, se transforman. Hoy no hay certeza de cumplimiento. Alguien puede ser condenado a cinco años y pasar ese tiempo viendo series en su caso”. Pone como ejemplo el caso del intendente de Artigas: una malversación millonaria terminó en arresto domiciliario.
Por eso, ha presentado un proyecto para impedir que los delitos cometidos por autoridades políticas puedan beneficiarse del proceso abreviado. “No tiene sentido que la comisión de los delitos –a su juicio- más graves, que son los cometidos por representantes del sistema político en delitos contra la administración pública, tengan las ventajas que da el nuevo proceso abreviado y evite la sanción efectiva”, argumentó. El legislador resume que hoy en día, “lo que manda el Código Penal se desvirtúa por el Código de Proceso Penal. Hay una mano que modifica lo que la otra mano hace”.
“Cumplir la ley no es ser duro, es ser coherente”
Zubía considera clave hacer cumplir lo que ya está legislado. “No hablo de endurecer, hablo de cumplir. Y cumplir quiere decir que no se puede entrar a una casa ajena a dormir, ni desparramar basura en la calle, ni menos aún matar impunemente”, afirma.
El problema, dice, es que en Uruguay se ha perdido el valor del cumplimiento como norma de convivencia. Y parte de eso se explica por el estado crítico del sistema penitenciario. “Hace 15 años que se promete descentralizar las cárceles, separarlas del Ministerio del Interior, mejorar condiciones. Lo prometió el Frente Amplio y también la coalición. Nadie lo hizo”. También, denunció los hacinamientos, suicidios, los asesinatos dentro de las cárceles y las condiciones indignas. “Así no se puede hablar de rehabilitación ni de justicia”, reflexionó.
Ley 19.580: “Una ley compleja con errores conceptuales fuertes”
Gustavo Zubía ha tenido una postura crítica ante la implementación de la Ley Nº 19.580 sobre violencia basada en género y la define como “una ley compleja” y que tiene “errores conceptuales fuertes”. En febrero, presentó una propuesta de modificación que contó con el apoyo de figuras del Partido Colorado como Andrés Ojeda y Robert Silva. El legislador cuestiona duramente algunos artículos de esta ley, en especial aquellos que establecen que, ante la duda, se adopte la versión de la denunciante. “Se impide incluso la presentación de pruebas en etapas clave del proceso. El denunciado no puede presentar un video, una conversación o un testimonio, porque le dicen que no es el momento procesal”, relata.
Desde su experiencia de más de cuatro décadas como fiscal, asegura haber visto “numerosas denuncias falsas” que, sin embargo, no fueron sancionadas. “Existe una especie de manto de piedad cuando la mentira viene de parte de una mujer. Y no lo digo para invisibilizar la violencia masculina, que es mayor y muchas veces brutal, sino para alertar sobre la existencia de un sistema que permite abusos desde ambos lados”, sostiene.
Uno de los aspectos que más le preocupan es el criterio de “verosimilitud” establecido por la ley. “Eso significa que, si la denuncia parece creíble, aunque no haya prueba, puede prosperar”. Asume que uno de los puntos más graves es que si después se demuestra que la denuncia fue falsa, la denunciante no es penalizada. “La apariencia de verdad no puede reemplazar el debido proceso”.
Para Zubía, aceptar que ciertas garantías se limiten por la gravedad del delito es peligroso. “Las garantías no deben ser vistas como privilegios. Si bajamos los estándares probatorios para lograr más condenas, estamos retrocediendo a un sistema medieval. La justicia eficaz no puede ser a costa de los derechos fundamentales”, remarca.
En este sentido, expresa su desacuerdo con quienes minimizan el impacto de las denuncias falsas considerando que “decir que son insignificantes es desconocer la experiencia judicial”. También se refiere al impacto que estas distorsiones generan en el vínculo familiar, afirmando haber visto de cerca casos en los cuales se busca provecho económico utilizando a los hijos como víctimas.
“Respeto” para el ministro Carlos Negro
Zubía también se pronunció sobre el nuevo ministro del Interior, Carlos Negro, a quien conoce desde hace décadas en su rol de fiscal. “Respeto mutuo, pero nunca tuvimos mucha concordancia ideológica”. Recordó un cruce reciente en comisión parlamentaria sobre los reclusos muertos en incendios dentro de cárceles. “Comenzamos una conversación de muy elevado nivel académico y terminamos la conversación un poquito más enfervorizados por disputas en cuanto a la aplicación de los mecanismos procesales”.
Lamenta que la expectativa hacia la gestión es “lamentablemente reservada”, por no decir “negativa”.
También criticó la idea de “desprisionizar” el país, planteada por el ministro. “Hablan de exceso de presos, yo creo que es ínfimo con respecto a las sanciones penales. Además, el 60% de los reclusos obtiene la libertad antes del año. ¿Qué rehabilitación puede haber si hay tanta rotación carcelaria? Así no funciona ningún tratamiento, y por eso las tasas de reincidencia son altísimas”, explicó.
Una oposición crítica y selectiva
En cuanto al rol de la oposición en los próximos años, Zubía anticipa una postura firme y crítica. “Va a haber oposición”. Advierte que se opondrá a toda normativa que continúe debilitando el sistema penal o que se funde en concepciones permisivas del delito. Sin embargo, también aclara que su oposición será “selectiva”, basada en el contenido y no en el origen de los proyectos.
Sobre el rol del Partido Colorado en este nuevo escenario, se mostró cauto, sin poder predecir qué oposición tomará el partido. “Pienso que será una posición que tiene la capacidad de ser selectiva al momento de oponerse o de no oponerse a determinados planteamientos del Poder Ejecutivo”.
Zubía se posiciona como una voz incómoda en el mapa político actual; fiel a su estilo, no teme cuestionar leyes sensibles ni poner el foco en temas que muchos prefieren evitar. Para él, el debate sobre seguridad, justicia y violencia de género no puede basarse en consignas ideológicas sino en la búsqueda de equilibrios reales, considerando que, sin garantías, no hay justicia. Y sin justicia, no hay democracia.




