
Canzani: “No se puede decir que la elección está definida”

Para el sociólogo y analista político Agustín Canzani, la segunda vuelta entre los candidatos Yamandú Orsi y Álvaro Delgado va a ser “competitiva, reñida” y de final “abierto” y sostuvo que, a esta altura de la campaña, “no se puede decir que la votación está definida”.
En entrevista con El Explorador, Canzani, director de la Fundación Líber Seregni, recordó que Uruguay ya tuvo elecciones de este tipo. Por ejemplo, en 1994, bajo otra legislación electoral, en la que triunfó el candidato colorado Julio María Sanguinetti, por un punto porcentual. En relación a esta elección, señaló que “el nuevo mapa parlamentario que quedó definido le va a presentar nuevos desafíos a quien gobierne. Obliga a nuevos tipos de acuerdo entre partidos y entre bloques. Y eso también es un desafío importante para la democracia uruguaya”.
Escenario político para Canzani
Canzani sostuvo que el escenario político que se definió el último domingo de octubre tiene continuidades de largo plazo “evidentes” que tienen que ver con la existencia de “dos bloques que tienen cierta orientación ideológica predominante. Cada uno de ellos y que representan, con variantes, a mitades de la población uruguaya, del electorado uruguayo”.
La diferencia fundamental, en ese sentido, es que “uno de esos bloques es el Frente Amplio como tal. Y el otro bloque comenzó siendo el conjunto de los partidos tradicionales y ahora ha agregado otros partidos menores” como el Partido Constitucional Ambientalista. Explicó que “lo que quedó claro, es que el Frente Amplio sigue siendo un partido potente, el más grande del Uruguay y con luz” y además “creció respecto a la elección anterior”.
Por otro lado, “el bloque que representa a los otros partidos disminuyó respecto a la elección anterior y se dio cierto reordenamiento dentro del bloque de lo que hoy consideramos la coalición multicolor”. Ese reordenamiento interno “tuvo que ver, por un lado, con una pequeña caída del Partido Nacional. Un pequeño incremento del Partido Colorado y una caída muy notoria de Cabildo Abierto”. En ese marco, agregó Canzani, “es razonable pensar que vamos a una segunda vuelta que va a ser competitiva; va a ser competitiva quiere decir que el resultado está abierto”.
“Mi interpretación es que por el nivel del que parte, por los antecedentes históricos, por un conjunto de razones, el Frente Amplio está un poco adelante y tiene cierto favoritismo pero no se puede decir, para nada se puede decir, que la elección está definida”.
Predominancia del MPP
Respecto al Frente Amplio, dijo que “si uno mira la estructura legislativa que quedó delineada, parecería ser un Frente Amplio más concentrado en torno al MPP”. En ese sentido, sostuvo que ese resultado también tiene que ver con “coyunturas electorales y las ofertas electorales que incidieron de manera decisiva en cómo se dirigió el voto de las personas que se decidieron por el Frente Amplio hacia distintos sectores”.
No obstante, dijo tener la impresión de que, más allá de este resultado, “va a seguir predominando la lógica que suele predominar dentro del Frente Amplio. De mucho intercambio, mucho diálogo y mucha negociación”.
“Es cierto que hay diferencias importantes en términos de los guarismos electorales. La más importante es esta, y el conjunto de sectores que guía de alguna manera el MPP es muy importante y va a tener mucho peso en el Parlamento”.
Canzani señaló que otros sectores frenteamplistas, como el astorismo, “pierden peso, pero en la práctica yo creo que esto es el resultado no tanto de corrimientos que yo podría llamar ideológicos dentro del Frente Amplio. Sino en buena medida de las ofertas electorales que se hicieron en este punto en particular”.
“Así que me imagino que el Frente Amplio va a seguir funcionando con características similares a las que ha tenido en los últimos períodos. Si es gobierno, probablemente con más capacidad de galvanizar un bloque importante que apoye a Yamandú Orsi y que sea respaldo. Pero no esperaría un escenario tan diferente del que hemos tenido en otros gobiernos”.
Para Canzani, los bloques se “moderan”
Canzani sostuvo también que esta presencia de “dos bloques con peso similar hace que de alguna manera las propuestas de gobierno de uno y otro lado tiendan a moderarse”. “¿Por qué? Bueno, simplemente porque en realidad si alguno de esos bloques se pone muy extremo en sus posturas, probablemente eso tendría un costo electoral muy grande. Así como también creo que, efectivamente, hay y probablemente habrá diferencias importantes en las políticas públicas, gobierne un bloque o gobierne el otro”.
Por otro lado, señaló que, en el caso uruguayo, “hay cierta convergencia en lo que uno podría llamar vulgarmente el centro del espectro político”. Afirmó que ese aspecto es también el “resultado de que efectivamente hay un continuo que podríamos llamar izquierda-derecha en donde se alinea buena parte de la población” y en la medida en que cada uno de estos bloques -que tiene un cierto componente ideológico- “mantiene un peso importante. Eso de alguna manera también limita y en algún sentido modera lo que puede hacer cada uno de esos bloques cuando está en el gobierno”.
En ese sentido, puso como ejemplo lo que pasó en el actual gobierno de Lacalle Pou. “En una medida que no se resalta lo suficiente, Lacalle Pou también moderó algunas de sus propuestas porque existe otro bloque que tiene posibilidades de ganar la elección. Ese otro bloque es el Frente Amplio. Y me parece que esa dinámica, al menos en el corto plazo, y también probablemente en el mediano plazo, va a seguir en la política uruguaya”.
Lacalle Pou y el “realismo político”
A modo de explicación, Canzani señala que en el caso del gobierno de Lacalle Pou “parece que hay un componente de mucho realismo político”. En realidad, afirmó, “este gobierno, si uno suma a la coalición, tuvo una mayoría parlamentaria muy importante, en teoría mucho más contundente que la que tuvo el Frente Amplio en prácticamente todos sus gobiernos”. Sin embargo, “los cambios propuestos originalmente en muchos casos se moderaron y me parece que eso fue más notorio a partir de los resultados del referéndum por la LUC”.
Para Canzani, fue en ese momento donde “se hizo bastante visible que había dos bloques que tenían más o menos peso similar”. Ese hecho, agregó, “matrizó de alguna manera la política en el segundo ciclo del gobierno de Lacalle. Mucho más volcada a una situación en la que un bloque tiende a limitar al otro en alguno de los aspectos que podrían ser más enfáticos de las reformas o de los cambios en las orientaciones de las políticas públicas”.
No obstante, “sigo insistiendo, esas diferencias existen y a mi juicio siguen siendo diferencias importantes, pero cada uno de esos bloques, cuando le toque gobernar, pienso yo que va a hacerlo pensando también en la existencia del otro bloque y en la importancia que ese otro bloque tiene como competidor electoral” y esa circunstancia “matriza la dinámica política”.
Dos fórmulas, dos desafíos
Respecto a los candidatos de cara a la segunda vuelta, consideró que “los desafíos son distintos para cada candidatura y para cada fórmula”. “El Frente Amplio parte de un piso más elevado y un electorado que puede considerarse consolidado y por lo tanto fidelizado”.
“¿Qué necesita el Frente Amplio? Fundamentalmente necesita cierta transferencia de votos desde partidos que integran la coalición y eventualmente desde otras opciones políticas que tienen un peso menor”.
“Para eso tiene esa ventaja de que lo que tiene que sumar en teoría es menos y que los antecedentes de las segundas vueltas le han favorecido. ¿Por qué? Porque si uno mira la historia, cada vez que el Frente Amplio fue a un balotaje sumó un mínimo de 5 puntos y un máximo de algo más de 8 puntos”.
En cambio, en el caso del otro bloque, Delgado “tiene que asegurarse primero la acumulación de todo eso que se supone que es la coalición multicolor a la que tiene que alinear”. “Esta tarea creo yo que no es tan sencilla. Probablemente sí alinee a buena parte de los votantes de esos partidos pero creo que le va a ser dificultoso alinearlos a todos”, consideró.
Delgado y la fuga de votos
“Entonces ahí tiene una fuga hacia el otro bloque y cada voto que pasa de un bloque a otro no representa una diferencia de uno sino que se multiplica. Representa una diferencia de dos porque resta en uno y suma en otro.
Entonces, mi impresión es que lo que va a ocurrir en estas semanas que quedan es que Delgado tiene que ampliar su perfil para parecerse más a un candidato que no es solo concertacionista sino que puede intercambiar con otros partidos, pero por abajo me parece que ahí lo más importante que tiene como desafío planteado es consolidar a ese supuesto electorado de la coalición”.
Por otro lado, Canzani se preguntó: “¿Es razonable pensar que Delgado traiga votos del bloque del Frente Amplio? No, resulta bastante difícil. ¿Es razonable pensar que Yamandú puede acercar algunos votos del bloque de la coalición? Sí, parece más viable”.
La perspectiva de Canzani sobre los candidatos
En cuanto a las características de los candidatos y al peso que tienen sus antecedentes a la hora de definir un voto, sostuvo que “probablemente cuando ven a Orsi o cuando ven a Delgado, los votantes incluyen un conjunto de diferentes factores”. Para Canzani, el primer factor que se toma en cuenta son “los partidos de dónde provienen, los bloques ideológicos de dónde provienen”.
“Según lo que sabemos de los estudios de opinión pública, Orsi tiene un perfil más abierto, si se quiere, en términos de popularidad, y Delgado un perfil más restringido, y los dos van a jugar con argumentos un poco diferentes. Delgado inocultablemente es el delfín de Lacalle, y va a buscar de alguna manera transmitir eso, pero también necesita ir más allá, porque no es Lacalle. Y entonces me parece que buena parte de sus movidas en esta segunda vuelta es presentarse como alguien que puede superar ese estilo de gobierno de Lacalle, que es un estilo más bien poco dialoguista, hacia el otro bloque”.
“Orsi, en cambio, tiene a su favor el hecho de que él es percibido por una parte importante de la población como una persona que ya tiene ese perfil y, adicionalmente, y creo que esto es importante, en cierta forma tiene también capacidad de poder ir transmitiendo ese talante negociador, porque eso fue parte importante de su campaña en la interna y en la primera vuelta”.
Incorporación de Ripoll
La decisión de Delgado de incorporar a Valeria Ripoll como compañera de fórmula, desde su punto de vista, ¿fue buena o fue mala? ¿Movió la aguja en el Partido Nacional o no la movió?
“Los indicadores de opinión pública que he podido ver sugieren que es difícil atribuirle alguna característica positiva, entre otras cosas porque creo que ahí hay una interpretación como muy estereotipada de cuáles son las personas que pueden arrimar votos o representar sensibilidades diferentes. La elección de Ripoll implica arrimar al Partido Nacional a una persona que supuestamente representa una opción más a la izquierda, que viene de un pasado sindical, pero su figura personal indica que no es demasiado popular; todo indica que no tiene demasiada capacidad de arrimar votos y hasta yo diría que todo indica que tiene un perfil como dirigente de un sindicato, que es el de los trabajadores municipales de Montevideo, que tampoco creo que tenga demasiada popularidad en el conjunto de la población, sino más bien lo contrario”.