
Bitafal invierte en la primera electrolinera 100% sostenible de Uruguay

Santiago Kröger, director general de Bitafal, compartió detalles sobre un emocionante y revolucionario proyecto que la empresa está llevando a cabo: la creación de una electrolinera 100% sostenible a inaugurarse en noviembre de este año. Este proyecto representa un hito importante en la transición energética de la industria del transporte, ya que no solo se enfoca en abastecer de energía a vehículos eléctricos, sino que también busca contribuir significativamente a la descarbonización del transporte, uno de los sectores más contaminantes del mundo.
La electrolinera se instalará en la planta de Bitafal, ubicada en Ruta 8, kilómetro 27, en Barros Blancos. Contará con un total de 12 puntos de carga, divididos en seis destinados a vehículos pesados y ómnibus, y seis para vehículos livianos. Un aspecto distintivo de esta estación es que será la primera en el país completamente independiente de la red eléctrica nacional. Según Kröger, «la energía se generará, almacenará y distribuirá en el propio predio bajo un sistema ‘en isla’, sin conexión con UTE», lo que resalta el compromiso de Bitafal con la sostenibilidad y la independencia energética.
En términos de desarrollo tecnológico, Kröger explicó que “todo el ecosistema de la estación de carga estará basado en tecnología de Huawei”, empresa con la que coordinarán la difusión e implementación del proyecto. Los paneles solares, un componente esencial para la generación de energía renovable, serán proporcionados por otra empresa, y un equipo de asesores locales estará a cargo de la ingeniería y los aspectos técnicos. Esto asegura que la electrolinera no solo sea innovadora, sino también eficiente y adaptable a las necesidades del mercado.
Kröger también destacó que el proyecto estará operativo en noviembre de este año. En la actualidad, la empresa se encuentra en la etapa de compra de equipos, con el proyecto ejecutivo avanzado y comenzando los trámites formales ante las autoridades para obtener los permisos de ejecución necesarios. Este enfoque metódico refleja el compromiso de Bitafal con la planificación y la ejecución responsable de sus iniciativas.
Por otro lado, en un evento reciente, Bitafal presentó su primer Reporte de Sostenibilidad en su planta de Colonia Nicolich. La jornada contó con la presencia de autoridades destacadas, como el ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño; la subsecretaria del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), Claudia Peris; y el director nacional de Vialidad, Federico Magnone, junto con otros representantes de la empresa.
El reporte fue desarrollado con la participación activa de expertos en sostenibilidad, quienes también estuvieron presentes en la presentación.
Entre ellos se encontraban Nicolás Taranto, especialista de Urban Elements; Valentina Parentelli, manager de impacto del Pacto Global de Naciones Unidas en Uruguay; y Ana Laura Hernández, jefa de Seguridad, Calidad y Sostenibilidad de Bitafal. La moderación del evento estuvo a cargo de Victoria García, jefa comercial de la empresa.
A través de este documento, Bitafal compartió sus avances en la reducción de su huella de carbono, la implementación de proyectos de economía circular y la mejora de su eficiencia hídrica.
Hernández explicó que el proceso para elaborar el reporte fue desafiante y comenzó con la introducción de conceptos de sostenibilidad en toda la organización. Este esfuerzo culminó en la creación de un plan transversal que involucró a diferentes áreas de la empresa.
Parentelli, durante la presentación, destacó que la red internacional se enfoca en promover la sostenibilidad corporativa. “No se trata solo de buscar rentabilidad, sino de comprometerse con el ambiente, las personas y la transparencia”, afirmó.
Taranto, por su parte, remarcó la importancia de medir y gestionar el impacto ambiental, señalando que “estamos en una triple crisis planetaria, y las empresas pueden ser parte de la solución”.
En el caso de Bitafal, su huella de carbono en 2024 fue de 15.108 toneladas de CO₂ equivalente, lo que representa el consumo energético de aproximadamente 2.993 hogares. Hernández detalló que la mayor parte de esta huella proviene de la compra de insumos (31,5%), lo que se considera una emisión indirecta.
Las calderas a fueloil representan una emisión directa y están bajo el control total de la empresa, así como el transporte marítimo de materia prima y la flota de transporte propia. “El consumo energético representa solo el 0,3% de la huella de carbono de Bitafal, gracias al uso de paneles solares y a que la energía de UTE proviene mayoritariamente de fuentes renovables”, añadió.
Hernández destacó que, tras un año de “mucho” aprendizaje y esfuerzos, lo más importante para la empresa fue el valor del trabajo en equipo y la importancia de la confiabilidad de los datos. “El compromiso de cada área fue fundamental para lograr el éxito de este primer reporte”, comentó.
Con la mirada puesta en el futuro, Bitafal continuará enfocándose en la reducción de su huella de carbono y huella hídrica, y se presentará para obtener la certificación del Sello de Gestión Sostenible, mientras lanza su primer programa de voluntariado de responsabilidad social empresarial.