
Uruguay: “no está claro cuál es el modelo de policía que se busca”

Para Alejandro Vila, asesor en seguridad del Partido Independiente, Uruguay aún no tiene claro cuál es el modelo policial que se debería de tener. Se actúa a prueba y error.
En un encuentro con el asesor en seguridad del Partido Independiente, el Magíster en Ciencias Políticas Alejandro Vila, indagamos sobre su rol dentro del partido. Cómo llega a él y cuáles son las acciones que tomar con respecto a la seguridad del país.
Alejandro Vila ingresa al Partido Independiente como militante en el año 2019, poco tiempo antes de la campaña electoral. Fue contribuyendo de manera profesional en base a su experiencia en materia de seguridad. Cuenta con 32 años de servicio dentro del Ministerio del Interior, donde los primeros 15 cumplió el rol de policía, mientras culminaba sus estudios universitarios. Posteriormente obtuvo la licenciatura en Ciencias Políticas, así como un magister en el tema.
Su nivel académico y la experiencia adquirida laboralmente le han permitido a Vila poder participar en tareas de carácter profesional. Orientada a la seguridad pública desde la ciencia política.
En 2008, mediante concurso, se le fue otorgado el cargo como Director de Desarrollo Institucional dentro del Ministerio del Interior. Cargo que ostenta, pero su rol hoy está dentro de la Dirección Nacional de Migración; donde se ve involucrado con un nuevo sistema de control fronterizo, denominado SIGMU.
“Mi enfoque ha sido en temas de seguridad, y las ideas que he aportado han sido bien recibidas, lo que me ha brindado una oportunidad única” destaca.
Partido Independiente dentro de la coalición de gobierno
El Partido Independiente se ha destacado dentro de la coalición por su sensibilidad social y su enfoque en temas de derechos humanos, políticas de género y otros asuntos humanitarios. Aunque en ocasiones ha sido catalogado como un partido de izquierda dentro del espectro ideológico de la coalición. Esta postura no ha generado fricciones significativas con los demás partidos que la conforman.
Las ideas del P.I han sido acogidas y respetadas, lo que demuestra su capacidad de influencia en la agenda del gobierno, comentaba Alejandro Vila.
Vila expresaba que un claro ejemplo de esta influencia se refleja en figuras como Daniel Radío en la Junta Nacional de Drogas. Donde se han evidenciado diferencias con otros partidos de la coalición, especialmente aquellos identificados con una derecha más rígida.
Consultado sobre si ha sido tomada en cuenta la voz del P.I, comenta que no solo ha sido escuchada, sino también valorada dentro de la coalición. A pesar de su representación parlamentaria relativamente pequeña, figuras como Pablo Mieres e Iván Posadas, han tenido una presencia notable en el gobierno. Este nivel de representación ha permitido que las propuestas del partido tengan un impacto real en la gestión pública.
“A futuro eso puede también operar como una muy buena carta de presentación y una alternativa para algunos votantes que incluso votaron a otros partidos en el pasado”, destacaba Vila de cara a las próximas elecciones.
Prioridades del Partido Independiente
En caso de que el PI. logre una mayor representación en las próximas elecciones, su enfoque estará en implementar políticas que reflejen sus valores fundamentales. Influyendo significativamente en la dirección del futuro gobierno.
El partido busca consolidar su peso dentro de la coalición republicana, aspirando a que esta obtenga la mayoría parlamentaria necesaria para asumir el poder ejecutivo.
Alejandro Vila, comenta que, durante la administración actual, el P.I ya ha mostrado su capacidad para influir en la toma de decisiones. Particularmente durante la discusión del «Compromiso por el País». Proyecto que abarcaba las directrices que se plasmaron en la Ley de Urgente Consideración (LUC), donde el partido jugó un papel clave en moderar ciertas medidas que podrían haber sido más radicales.
En cuanto a sus propuestas más urgentes, ha sido claro en destacar tres áreas prioritarias que no estarían dispuestos a negociar dentro de la coalición: seguridad pública, reducción de la pobreza infantil y transparencia y ética pública.
“Apostamos a obtener un lugar preponderante dentro del futuro gobierno y los resultados electorales lo dirán. En caso de que nos toque estar en la oposición, trataremos de hacer oír nuestra voz desde el Parlamento defendiendo los derechos que nosotros entendemos que son fundamentales”, manifiesta Vila.
Allanamientos nocturnos
Los allanamientos nocturnos son un tema controvertido en el ámbito de la seguridad pública, y el Partido Independiente ha expresado su posición clara al respecto. Según Vila, estos allanamientos son una herramienta válida en la lucha contra la criminalidad. Pero su uso debe ser cuidadosamente regulado y no se debe considerar como una solución única a los problemas de seguridad que enfrenta el país.
“Los allanamientos nocturnos son una herramienta de trabajo que tiene el Estado para combatir cualquier tipo de actividad ilícita. El hecho de que quede vedado hoy el ingreso a una finca en horario nocturno hace que el Estado se esté cercenando parte de sus posibilidades de éxito en la lucha contra la criminalidad.” Por otra parte, nos dice que “es una herramienta. No necesariamente es la solución a la mayoría de los problemas que hay”.
Por otra parte, subraya que cualquier decisión de llevar a cabo un allanamiento en estas circunstancias debe pasar por un riguroso proceso de autorización. La decisión final recae en un juez, quien, a solicitud de un fiscal, evaluará si las circunstancias justifican una medida tan invasiva.
Para Alejandro Vila, quien en sus años de ejercicio policial utilizó la herramienta de allanamiento, comenta que son “medidas muy drásticas”. Remarcando que “son situaciones bastante complejas, son muy invasivos”. Asegura que muchas veces se pueden o no ver resultados por parte de la policía.
Aunque el partido no se opone a la posibilidad de implementar allanamientos nocturnos, es consciente de que esta medida por sí sola no resolverá los problemas de criminalidad en el país.
Modelo Policial en Uruguay
Para Vila, durante las ultimas décadas, el Ministerio del Interior ha experimentado un crecimiento significativo en su presupuesto. Lo que ha permitido una tecnificación notable de la policía. Haciendo la comparación con gestiones anteriores comenta: “cuando yo ingresé a la policía, a veces ni uniformes se nos daban, o los uniformes eran de segunda mano, el armamento era bastante vetusto”.
La gran interrogante que plantea es ¿cuál sería el modelo policial que se busca para el país? “Hay un problema que yo identifico como muy importante a nivel del Uruguay. Es que no está claro cuál es el modelo de policía que se busca”. Explica que el camino hacia la definición de un modelo claro de policía ha estado marcado por cambios constantes en la formación y enfoque de la fuerza policial.
Desde el fortalecimiento de la formación en derecho durante la era de Guillermo Stirling, pasando por el énfasis en los derechos humanos y materias sociales durante los gobiernos del Frente Amplio, hasta los ajustes recientes en la carga horaria de la instrucción policial, la educación y entrenamiento de los oficiales, han estado en constante evolución, a menudo guiados más por el ensayo y error que por una estrategia coherente y a largo plazo.
Hoy, la policía uruguaya es muy diferente a la de hace 20 años. La tecnificación, la mejora en los salarios y la reducción del multiempleo en el sector han transformado la naturaleza del trabajo policial. Sin embargo, persisten importantes incertidumbres sobre la dirección futura de la fuerza.
Vila destaca que se ha hablado mucho de la necesidad de una «policía de cercanías». Una fuerza estrechamente vinculada con la comunidad y enfocada en la proximidad al ciudadano.
A pesar de ser una idea respaldada por muchos, los proyectos relacionados han sido inconsistentes, y no ha surgido un modelo policial que cuente con el consenso necesario entre todos los actores políticos.
Esta falta de un modelo claro y unificado es una de las debilidades más significativas en el sistema de seguridad del país. Las comisiones multipartidarias, aunque bien intencionadas, pueden no ser suficientes para resolver esta cuestión. Ya que las diferencias emergen cuando se trata de los detalles concretos que darían forma a dicho modelo.
Sistema carcelario
Dentro del plan de gobierno presentado por el P.I, el punto número 5 “Seguridad, convivencia y sistema carcelario” expresa sus preocupaciones y acciones en temas relacionados a la seguridad, convivencia y el sistema carcelario.
Sobre el sistema carcelario, Vila comenta que desde el 2010, el sistema penitenciario de Uruguay experimentó un cambio significativo con la creación del Instituto Nacional de Rehabilitación . Una entidad que buscaba reemplazar a la antigua Dirección Nacional de Cárceles, Penitenciarias y Centros de Recuperación. Esta transformación tenía una lógica diferente basada en tres subdirecciones, una operativa, una subdirección técnica y una subdirección administrativa. A su vez, se intentó retirar a la policía del INR, entendiendo que no era la figura que se debía de tener presente.
Uno de los problemas más urgentes que se considera, es el crecimiento exponencial de la población carcelaria. Ha sobrepasado la capacidad de los operadores penitenciarios y de los efectivos policiales encargados de mantener la seguridad en los centros.
Aunque se han creado nuevos establecimientos y programas de rehabilitación, la falta de recursos humanos y de capital necesario ha impedido que estos programas tengan un impacto real.
Ejemplos como la cárcel de Punta de Rieles, construida bajo un esquema de participación público-privada, muestran cómo el hacinamiento y la falta de personal adecuado pueden desvirtuar los esfuerzos de rehabilitación, nos daba a entender Vila.
“Cuando usted pone 2.000 personas prácticamente en un instante, en cierta medida se pierde la posibilidad de trabajar con la población privada de libertad, porque hay un número muy inferior”.
Por otra parte, la población carcelaria enfrenta problemas de salud mental y adicciones, los cuales no se resuelven al momento de su liberación, sino que se agravan. Afectando tanto al individuo como a la comunidad a la que regresan. Los programas productivos y de salud mental, que podrían ofrecer una vía de rehabilitación efectiva, son escasos y necesitan ser fortalecidos.
Consultado por otro aspecto que preocupa, siendo este el aumento de la población reclusa femenina, que históricamente representaba alrededor del 10% del total, pero se ha visto un incremento en los últimos años. Explica que este fenómeno, aunque no completamente estudiado, parece estar vinculado a factores como el microtráfico y el sostenimiento del hogar en situaciones de vulnerabilidad.
Reconoce que las políticas sociales dirigidas a mujeres privadas de libertad son insuficientes y requieren una atención prioritaria para abordar estas nuevas realidades.
“Hay muchísimas cosas para trabajar en el sistema penitenciario que hoy por hoy no se vislumbra las herramientas que tiene a su alcance como suficientes para atender y contener a esas demandas que hay de la población privada de libertad” concluye el asesor del partido.
Ministerio de Justicia
En este contexto, surge la propuesta de crear un Ministerio de Justicia, un consenso alcanzado en una comisión multipartidaria. Este nuevo ministerio centralizaría funciones clave como la defensoría pública y podría incluir al Instituto Nacional de Rehabilitación. Buscando una gestión más coherente y efectiva del sistema penitenciario.
No obstante, la implementación de esta propuesta depende de que el consenso logrado se traduzca en acciones concretas que realmente transformen el panorama actual.
El sistema penitenciario uruguayo, aunque ha dado pasos importantes, aún enfrenta desafíos estructurales que requieren un enfoque integral, una mayor inversión en recursos humanos y programas de rehabilitación, y un compromiso político para avanzar hacia un modelo que combine seguridad con rehabilitación efectiva.
“Todos los partidos prácticamente hemos estado de acuerdo en eso. Aprovechemos el consenso para tratar de generar una nueva institucionalidad”.