
Tenía pendiente un viaje a Roma

El ex presidente uruguayo tenía pendiente un viaje a Roma para visitar al papa Francisco, fallecido el 21 de abril, a quien conoció en 2013 y con quien se reencontró en 2015.
Después de anunciar que tenía cáncer en el esófago, Mujica fue consultado sobre si el papa Francisco le pidió que lo visite y él contestó: “Es una posibilidad si la salud me lo permite. Sería importante por la voz que significa el papa en el mundo”.
Sin embargo, la visita nunca se concretó. La salud de Mujica continuó deteriorándose –luego el uruguayo confirmó que el cáncer que tenía en el esófago había hecho metástasis– y las posibilidades de viajar al exterior se redujeron. También se deterioró la salud del papa, quien a comienzos de año estuvo más de un mes internado y murió el lunes 21 de abril, tras su última aparición en Pascua.
Con su salud debilitada, las apariciones públicas de Mujica también se hicieron limitadas. Sin embargo, el 21 de abril reapareció para hablar de la muerte de un líder mundial que elogiaba.
“Me quedo con la mejor versión cristiana hacia las desigualdades que existen en nuestras sociedades a pesar del avance material, técnico y científico”, declaró el ex presidente al programa Arriba Gente de Canal 10.
“Este papa representó como una especie de mirada crítica hacia el pasado reciente [de la iglesia] y siempre tuvo un gesto de bonhomía y ayudar a los sectores sociales más débiles. Vivía en sintonía con el viejo mensaje cristiano. Toda una postura de compromiso con los más débiles de la sociedad”, señaló.
Mujica pidió que el mensaje de Francisco “se mantenga en el tiempo”. El ex presidente destacó que la prédica del sumo pontífice teñirá en “gran parte” el papel que asuma la Iglesia Católica.
Mujica recordó el diálogo telefónico que tuvieron el año pasado. “Estaba preocupado por mi salud, por mis futuros compromisos, porque él compartía algunas de mis esperanzas, que se pudiera utilizar un poco más el conocimiento humano para mitigar las situaciones dolorosas en nuestras sociedades. Por ejemplo, la carrera armamentista”, declaró.
“Siento que necesitaba más tiempo, tal vez más compañía en la formidable batalla que emprendió. Y que ojalá haya utilizado los escalones más humildes de poder que pudo tener para resembrar en el viejo cristianismo su primitivo mensaje de solidaridad con los más débiles, con los más golpeados en la vida”, agregó.
En octubre de 2024, Mujica estaba aún convaleciente por su enfermedad cuando sonó el teléfono de su casa. Era un número privado. Entonces miró a su esposa, Lucía Topolansky y le dijo: “¿Quién llama ahora de un número privado? ¡Ni que fuera el papa!”, contó Mujica a El Observador.
Era el papa.
“Con el papa tengo una bonhomía social. La primera vez que fui y hablé con él me dijo: ‘Usted comprenderá que esta es la monarquía más vieja que queda. Cambiar esto no es fácil’. Yo tenía que hablar media hora y terminamos hablando una hora y media. Cuando salgo me agarra un cardenal que parecía la Gestapo. La segunda vez que fui, el cardenal ya no estaba más. El tipo ha ido cambiando el Comité Central porque la iglesia es mucho más inteligente que la izquierda. Vende las instituciones con más belleza. Inventa el colegio cardenalicio, la fumata, la campana. Le pone color. El Comité Central es una manga de viejos que toma unas decisiones con unos papeles. Nos lleva muertos en sabiduría la iglesia”, dijo Mujica esa vez.
Durante su Presidencia, Mujica visitó a Francisco en Roma. En 2013, pocos meses después de la asunción del líder de la Iglesia Católica, tuvieron una reunión en la que el entonces presidente le planteó su preocupación por la situación que atravesaba Colombia y le pidió una participación “en términos de humanidad” de la iglesia.
Mujica reconoció entonces que hablar con el papa Francisco fue “como hablar con un amigo del barrio”, según consignó el portal de Presidencia. “Es un papa que yo creo que, si lo dejan, se va a poner a hacer una revolución en el seno de la iglesia hacia la sencillez”, auguró. En 2015, y ya como expresidente, Mujica se volvió a reunir con el papa argentino.