
Pepe y Lucía: Juntos en el amor y la militancia

El relato de José Pepe Mujica y Lucía Topolansky va más allá de un simple romance; es la historia de dos personas que, a pesar de los obstáculos, han logrado mantenerse unidos por sus ideales y un respeto recíproco profundo mientras se encontraban en medio de una batalla política.
Lucía ingresó junto con su hermana María Elia al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros en 1967, en medio de persecuciones y un contexto complicado entre las Fuerzas Armadas y los civiles. Durante su periodo del MLN, conoció a José Mujica.
Después de que ambos fueran encarcelados por un largo tiempo, durante la dictadura uruguaya, se reencontraron en 1985 y retomaron su vida juntos. Se establecieron en una modesta chacra en las afueras de Montevideo, donde llevaban un estilo de vida austero.
Con el transcurrir de los años, en el 2005, tras convivir por mucho tiempo, se unieron en matrimonio. Su carrera política siempre estuvo unida a la de Mujica, al punto de reemplazar a su esposo como suplente en el Senado, cuando este debió dejar su banca para asumir como titular en el Ministerio de Ganadería. Así mismo, a lo largo de los años, ambos se convirtieron en figuras claves del Frente Amplio, la coalición de izquierda uruguaya.
Mujica y Topolansky tuvieron un crecimiento paulatino en el ecosistema político uruguayo, Pepe llegó a ser presidente de Uruguay (2010-2015), mientras que Topolansky ocupó importantes cargos en el Parlamento e incluso fue vicepresidenta del país en 2017, tras la renuncia presentada por Raúl Sendic. En varias entrevistas, ambos han destacado la importancia de la independencia dentro de la pareja y el respeto por las opiniones del otro.
Lucía y Pepe no tuvieron hijos, y en múltiples ocasiones justificaron que esto es principalmente resultado de los años de cárcel que experimentaron durante la dictadura. Aun así, su dedicación a la política, a tiempo completo, dejó en segundo plano la oportunidad de construir una familia.