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Pablo Abdala: “Al país todo y al gobierno lo que se merezca”

Pablo Abdala: “Al país todo y al gobierno lo que se merezca”

Tras un paréntesis de cinco años, Pablo Abdala asumirá el próximo 15 de febrero como diputado, como integrante de la bancada de la oposición. En entrevista con El Explorador adelantó que  el Partido Nacional no tiene el ánimo de bloquear al gobierno y en cambio sí facilitarle lo que necesite para poder gobernar. No obstante, aclaró que no renunciará a la función de controlar y de reclamarle el cumplimiento de todo lo que contrajo como compromiso en la campaña electoral.

Por otro lado, reivindicó la actuación de Álvaro Delgado y de Valeria Ripoll y pidió que no se busquen “chivos expiatorios” cuando se analicen las causas de la derrota. Está de acuerdo que este periodo de reflexión se haga después de las elecciones departamentales. 

¿Cuál es su balance de gestión en el Ministerio del Interior? ¿Ya ha habido contactos con el gobierno electo? Si es así, ¿qué información se está requiriendo o se está proporcionando?

A modo de titular, el balance de la gestión en materia de política de seguridad que yo hago es favorable, positivo, en relación a lo que se ha cumplido en la actual administración. Queda un Ministerio del Interior en marcha, una política de seguridad que a mi juicio ha arrojado resultados auspiciosos en cuanto a la contención de los delitos y en cuanto, particularmente, a la mejora en la respuesta policial. Y esto por supuesto se puede abonar con datos, resultados, estadísticas referidas a procedimientos, a intervenciones policiales exitosas, a incautaciones de droga.

Entiendo que más allá del énfasis, o del estilo, o del matiz que cada administración pueda introducir, hay un rumbo que está en marcha que yo entiendo que no tiene retorno desde el punto de vista de la política criminal. Pero, por supuesto, el nuevo gobierno legítimamente marcará su impronta. En cuanto a la transición, estamos a la expectativa de las definiciones del gobierno electo, y sí lo que tenemos es una indicación muy precisa del presidente de la República, en cuanto a darle a esta transición el mayor espíritu de colaboración, de transparencia, suministrando toda la información que se nos solicite como corresponde y en cumplimiento de ese mandato vamos a actuar en el Ministerio del Interior cuando llegue el momento.

Cuando el presidente se ha referido a los resultados en materia de seguridad pública, siempre agrega al final: “pero no estamos conformes”.

Por supuesto que yo me identifico plenamente con respecto a esa expresión, porque creo que nunca se puede estar definitivamente conforme por más que se obtengan resultados que a priori puedan ser auspiciosos o positivos. Entiendo que las demandas se reproducen permanentemente, los desafíos se multiplican y esto, que es muy válido expresado en términos generales, mucho más lo es con relación a un tema complejo y desafiante como es la seguridad. 

¿Por qué pierde la elección el Partido Nacional? Se habla de hacer una autocrítica, ¿cuál sería el momento para realizarla?

Contrariamente a lo que por allí se sostiene, en mi visión, la definición fue por un resultado estrecho en el sentido de que se perdió por lo que se pudo haber ganado. Entonces, un margen relativamente estrecho como este seguramente no se explica por una sola causa, y en esto creo que no tenemos que dejarnos llevar por el estado de ánimo poselectoral. Tenemos que actuar con una visión muy objetiva y con mucha serenidad de espíritu y, en ese sentido, tampoco buscar chivos expiatorios para explicar el resultado.

Por otro lado, reivindico la actuación de Álvaro Delgado y de Valeria Ripoll, hicieron a mi juicio una gran campaña como candidatos de la coalición, pero seguramente hay razones mucho más profundas que superficiales que explican lo que pasó. El resultado ratifica que el país está dividido en dos grandes mitades. Esto ya lo vimos en 2019, lo vimos después en el referéndum de la LUC y, cuando hay una división en dos grandes mitades, la decisión final de un puñado de ciudadanos que están en el medio de esas dos mitades, según opten por una opción o por la otra, terminan definiendo la elección.

Creo que hay que analizar el resultado, repito, de forma muy serena, seguramente con  una mirada muy objetiva y a partir de métodos científicos. No dejarnos llevar por la pasión del momento, por eso hay que darse tiempo. Se está hablando y yo lo comparto, que en todo caso un análisis más definitivo hay que hacerlo después de mayo, porque el proceso electoral no ha terminado aún. Y por eso más que autocrítica le llamaría reflexión y análisis.

Tendremos que hacerlo no con un ánimo de distribuir culpas o de autoflagelarnos, sino en todo caso, el énfasis hay que ponerlo no tanto en detectar los errores o las fallas que podamos haber cometido sino, sobre todo, con mucha humildad, en interpretar el mensaje de la ciudadanía y creo que ahí queda un mandato inequívoco en la medida que no hay mayoría para ninguno de los partidos en el Parlamento. La ciudadanía nos está demandando que seamos capaces de dialogar, de entendernos y de construir acuerdos. 

¿Cómo está el clima interno del Partido Nacional después del resultado del 24 de noviembre?

El partido está procesando el resultado, está por supuesto en un proceso de recomposición y de reordenamiento que va a ser muy rápido y creo que la elección de mayo, en algún sentido, también actúa como catalizador en esa misma dirección porque no tenemos mucho tiempo para lamentos, y lo que tenemos que hacer ya es prepararnos para la instancia de mayo que es de enorme significación en los 19 departamentos. El partido no va a renunciar anticipadamente a ninguna competencia electoral sino que va a ir por todas y será el resultado que la gente indique que tenemos que lograr. Hoy tenemos 15 intendencias, vamos a luchar por mantenerlas y en la medida de lo posible por incrementar nuestra participación en los gobiernos departamentales.

En Montevideo, Canelones y Salto la coalición va a comparecer bajo el lema Coalición Republicana. 

Sí, los compañeros en cada uno de esos departamentos están actuando en el sentido de definir su presentación electoral, pero claramente hay un acuerdo y se han dado los pasos necesarios con suficiente anticipación como para estar prontos para una comparecencia en un lema común. 

¿Cómo imagina que será el relacionamiento entre la oposición y el gobierno?

El Partido Nacional llega a esta nueva etapa de la vida del país con el espíritu de amplitud y generosidad que lo ha caracterizado siempre, cuando ha ejercido la oposición, que ha sido en etapas muy importantes de la vida del país. Lo dijo Álvaro Delgado la noche del 24 de noviembre y nos representa a todos. Una pauta que estará marcando la actuación del Partido Nacional en el Parlamento con la referencia del concepto de gobernabilidad que Wilson acuñó en el discurso de la explanada (30 de noviembre, 1984).

Es decir, con el ánimo de acompañar todo aquello en lo que estemos de acuerdo, pero también con la disposición a facilitarle al gobierno lo que el gobierno necesite para poder gobernar, aun cuando eventualmente no fueran medidas o propuestas que nosotros impulsamos. En la medida que el gobierno las reclame, porque tiene el legítimo derecho de desarrollar sus políticas, también en eso estamos dispuestos a que no haya bloqueos y a que el gobierno pueda gobernar y después asumir los resultados de su gestión.

Pero al mismo tiempo, y recurriendo también a Wilson, hay otro concepto que acuñó, que es aquel de: “al país todo y al gobierno lo que se merezca”; esto no desmiente lo que yo dije antes, en todo caso  lo ratifica: al país todo lo que sea necesario para que el país sea gobernable para que el sistema político funcione y por lo tanto para no bloquear la gestión del gobierno, pero desde luego no renunciamos a controlar al gobierno, hacer valer el cumplimiento de la ley y desde luego reclamarle al gobierno el cumplimiento de todo lo que se contrajo como compromiso en la campaña electoral, porque de eso se trata la democracia.

Creo que unos y otros, gobierno y oposición, tenemos el desafío de dialogar, entendernos en la medida de lo que sea posible y, por esa vía, jerarquizar la política y cuidar el sistema. En D Centro, mi agrupación, aplicamos un concepto que no solo no somos antisistema, sino que, en todo caso, somos antigrieta. Confiamos en el sistema, creemos en la política y en la buena política que se practica en Uruguay y por lo tanto estamos comprometidos con ella. 

Vuelve al Parlamento después de un paréntesis. ¿Qué significa para usted este retorno en lo personal y hacia qué temas enfocará su actuación?

Por supuesto que este regreso tiene para mí un valor muy especial por lo que siempre representa después de haber cumplido 15 años en el Parlamento y después de haber estado afuera en el último período. La circunstancia de que estemos ingresando en una nueva legislatura, si bien es algo que yo nunca descarté, tampoco lo di por seguro. Ni siquiera por probable, porque todos conocemos las características tan desafiantes de esta actividad política. Así que representa realmente un gran honor, estoy muy agradecido a mi sector y a mi partido que me impulsaron donde voy a estar a partir del 15 de febrero.

Y desde luego llego con el propósito de servir al país, al Partido Nacional, con más experiencia y una dosis creciente de compromiso y responsabilidad que voy a intentar plasmar o representar en mi actuación parlamentaria, con el ánimo puesto en que el país avance, que la política se jerarquice y que tengamos más y mejor democracia todos los días, algo que compete a todos los que estamos en esto.

¿Qué rol deberían jugar Álvaro Delgado y Luis Lacalle Pou, en el próximo período?

Hay algunas cosas que están claras y que son hechos notorios. Luis Lacalle Pou es el líder natural del Partido Nacional. El partido entero lo reconoce en esa posición, es un dato político absolutamente objetivo y también creo que es un dato político objetivo que Álvaro Delgado es una figura que más allá del resultado emerge del proceso electoral con gran vigencia, con gran validez e incluso con una gran convalidación popular.

Basta ver el resultado para comprobar que Álvaro hizo una gran campaña y una gran elección y fue un gran candidato del Partido Nacional y además fue electo senador. Por lo tanto, entiendo que le está reservado un papel de gran gravitación en la vida partidaria y además sus antecedentes y su capacidad de diálogo creo que naturalmente definen que el Senado va a ser uno de los grandes articuladores y protagonistas en materia de gestión política y de representación del Partido Nacional. 

¿Ve a Delgado encabezando el Directorio, por ejemplo?

Yo creo que hay figuras que son candidatos naturales a presidir el Directorio, pero en última instancia, creo que antes que definiciones del partido, son definiciones de los propios involucrados. Entre otras cosas, es notorio que el Partido Nacional necesita de Luis Lacalle Pou en el próximo período, pero el lugar desde donde Luis va a actuar es algo que tiene que definir el presidente y ese es un dato que todavía no tenemos. 

En función de eso es que seguramente se terminen acomodando las piezas en el futuro y el partido oportunamente decidirá lo que tiene que resolver.

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