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Edgardo Ortuño: el gobierno del Frente Amplio no puede cometer el mismo error de “encerrarse en los escritorios”

Edgardo Ortuño: el gobierno del Frente Amplio no puede cometer el mismo error de “encerrarse en los escritorios”

En las pasadas elecciones nacionales, se comenzó a definir el presente y futuro cercano del país, no solo porque se definieron las fórmulas que irían al balotaje, que eventualmente fue victoria de los candidatos del Frente Amplio (FA) Yamandú Orsi (presidente) y Carolina Cosse (vicepresidenta), sino que también se definieron los senadores y diputados que van a ocupar una banca en el Parlamento por los próximos 5 años. Entre los parlamentarios electos por el partido de izquierda se encuentra el profesor de historia Edgardo Ortuño, representante de la Lista 77 de la Vertiente Artiguista.

Ortuño se desempeñó en su momento como ministro de Industria, Energía y Minería entre los años 2014 y 2015. Su cargo más reciente fue como director de la Administración Nacional de las Obras Sanitarias del Estado (OSE), en representación del FA. Ahora él tendrá un nuevo desafío como ministro de Ambiente designado por el presidente electo, Yamandú Orsi.

Desde el quincenario El Explorador, conversamos con el futuro ministro Ortuño que habló de su paso por OSE y la describió como la empresa pública “con menos visibilidad”, pero es una de las más importantes porque se encarga de garantizar los servicios de abastecimiento de agua potable a la población y de saneamiento, dos aspectos fundamentales para asegurar la calidad de vida. 

Balance negativo de OSE en el actual quinquenio

A su juicio, el balance de la última gestión es “deficitario o negativo porque la empresa ha tenido un debilitamiento en este quinquenio producto de los recortes presupuestales”. El representante de la Vertiente Artiguista explica que la estatal hídrica se vio mermada por los recortes significativos de obras. “En los gobiernos del Frente Amplio se realizaron 20 plantas de tratamiento de aguas residuales y en el actual gobierno no se realizó ninguna, a pesar de que ya estaban previstas”. Asegura que esa situación pasó factura debido a la evidente sequía histórica que sufrió el país.

“Además, los recortes supusieron menores inversiones en lo que OSE se conoce como RANC (Reducción de Agua No Contabilizada), que tiene que ver con la sustitución de tuberías, que en Uruguay son añejas, y generan una pérdida significativa del agua potable en torno al 50% y es un número alto en comparación a otros países con gestiones más eficientes”, detalla el exlegislador. Por otra parte, hace referencia a la disminución de funcionarios “genuinos” en la plantilla, que pasó de 4.454 desde que él ingresó a 1.100 cuando se produjo su salida en 2023. Finalmente, redondea la mala gestión con un tercer aspecto que está relacionado con lo económico, ya que tiene un “endeudamiento y una debilidad financiera que va a heredar el próximo gobierno”. “Todo como consecuencia de la aprobación de algunos proyectos significativos en un contexto adverso que va a dejar una situación crítica en materia financiera en el futuro”, agregó.

De cara al futuro, Ortuño asegura que el país se debe preparar para un cambio climático que es inevitable y que el déficit hídrico que vivió el país debe servir de aprendizaje, debido a que el agua será un aspecto central en el próximo gobierno. “Así como Uruguay realizó transformaciones significativas en el área de la energía y las telecomunicaciones, en el futuro inmediato el desarrollo de obras de infraestructura y políticas públicas sobre el agua para el consumo humano o el agua potable debe ser una prioridad, pero hay otros aspectos importantes, como por ejemplo, obras de riego para la producción que se distingan en el corto plazo”, señaló.

“En mi salida de OSE dejé un documento de balance que tenía dos capítulos y el segundo es el más importante porque habla sobre las perspectivas y los desafíos que debe asumir el Uruguay. Se debe generar un gran acuerdo nacional por el agua para el consumo humano y para la producción que suponga desarrollar una política nacional de aguas que incluya el desarrollo de obras de infraestructura significativas, el aumento de recursos para aplicar desde el ente una modernización tecnológica de nuestra empresa pública y encarar obras estratégicas. Mi diagnóstico es que OSE tiene un atraso tecnológico de dos décadas en relación a UTE y Antel, enfatizó. Añadió que se deben mejorar las reservas de agua bruta ampliando las represas y subsanando las pérdidas de agua.

“El proyecto Arazatí no es la prioridad” para el país

Por otra parte, mencionó que desde su punto de vista el Proyecto Arazatí no es la prioridad que el país debió plantearse. “Por la sencilla razón de que necesitamos más reservas de agua dulce. Como quedó demostrado en la reciente sequía”. Por lo cual, desde su postura, asegura alinearse con los estudios académicos y técnicos que “desde 1970 vienen recomendando la construcción de la represa de Casupá”

Mencionó que el proyecto recientemente aprobado por el Gobierno Nacional ha tenido cuestionamientos académicos, sociales y políticos. Pero la saliente coalición multicolor “ha dado señales contradictorias, unas positivas de escuchar la opinión del nuevo gobierno y otras negativas porque no ha planteado flexibilidad para cambiar ninguno de los principales aspectos del cuestionado proyecto”, subrayó. 

Enfatiza varios aspectos no favorables de la obra, pero resalta que la ubicación no es la mejor por “los niveles significativos de salinidad en condiciones inadmisibles para su potabilización, que se dan en esa zona en tiempos importantes del año”. “La reserva de agua dulce que se ha tenido que crear para paliar y compensar esta debilidad en esa ubicación ha sido resistida por los productores y por los habitantes de esa zona del departamento de San José”, explicó Ortuño. Además, habló de la concentración de bacterias que se registran en la zona, situación avisada por los investigadores y académicos de la Facultad de Ciencias.

En cuanto a la estrategia del gobierno entrante para llevar adelante su plan de desarrollo en políticas nacionales de agua para el consumo humano, el ministro y senador electo afirma que es necesaria la planificación y rectoría del Estado. Pero involucrando a las distintas fuerzas económicas y sociales del país, incluyendo la privada.

Campaña del Frente Amplio

Edgardo Ortuño se postuló en las elecciones nacionales como senador, intentando acompañar a su partido desde el Parlamento. En un análisis de su campaña, la catalogó como positiva, ya que logró el objetivo y aseguró que en lo personal la vivió con mucha “esperanza y optimismo”. Dijo sentirse agradecido por el respaldo de la gente. Mientras que en un marco global, resumió el triunfo del Frente Amplio en cuatro aspectos, que para él explican la vuelta del FA al Poder Ejecutivo.

“La apuesta de la población por volver a tener un gobierno progresista, como lo tuvo en los 15 años en los que Uruguay vio un crecimiento y una mejora de la calidad de vida de la población, como no había tenido en las últimas décadas”; afirma que las propuestas fueron acertadas por parte de los candidatos, enfocados “en el crecimiento económico, con visión de desarrollo, pero fundamentalmente con una sensibilidad social que apueste a la inclusión y a la mejora de la seguridad ciudadana, que es una de las grandes cuentas pendientes que deja este gobierno”, mencionó.

A su vez, resaltó la solidez del candidato, con un Yamandú Orsi que reafirmó sus cualidades de “buen gobernante y credibilidad ante la población”, resaltando su “capacidad de diálogo”, lo que agregó un “plus de votos, sobre todo en el interior”, quienes a su juicio esperan una gestión distinta y descentralizada. En tercer lugar, “el rol de la fuerza política del Frente Amplio fuerte a partir del liderazgo y la conducción de Fernando Pereira, que permitió procesar rápidamente la autocrítica luego de perder la elección pasada y desplegar en todo el territorio una política de cercanía con la iniciativa de los diálogos que permitieron  retomar contacto con su base social”. “Finalmente, la actitud y la estrategia de campaña que se centró en las propuestas constructivas, contrastando fuertemente con las del gobierno, quienes tomaron la posición de criticar al FA en lugar de atender los principales problemas del país y de la población, que no solucionan”, puntualizó.

Como autocrítica, afirma que el Frente Amplio no debe cometer el mismo error que sus gobiernos anteriores de “encerrarse en los escritorios”, ni hacer una gestión solo técnica con poca comunicación y gestión política. “La fuerza del FA radica en la comunicación permanente de lo que se hace y las razones por las que se hacen los cambios; por eso nosotros confiamos que las políticas que se impulsan tendrán una contundencia de los logros”. 

“Quedó demostrado que se debía mantener una gestión muy cercana a la gente, para percibir las nuevas necesidades, como en los temas de seguridad ciudadana o críticas a algunos aspectos de la gestión, en los que no tuvimos los reflejos para atenderlos rápidamente, y lo último es apostar a un nuevo ciclo de gobiernos progresistas que tengan continuidad y también renovación. Un aspecto de debilidad del Frente Amplio en el último elenco de gobierno fue que no se incorporaron nuevas generaciones de dirigentes”, explicó Ortuño.

Ortuño habló de los desafíos para el nuevo Senado que van a pasar por resolver problemas urgentes como: “pobreza infantil, economía y la seguridad ciudadana”. “El Parlamento juega un rol central en la democracia uruguaya, la originalidad de la política en Uruguay es que sea fuerte y con protagonismo junto a un Poder Ejecutivo con muy buena capacidad de gestión”. Para él es fundamental que el Parlamento sea un espacio de debate de ideas en la construcción de acuerdos en esos temas centrales.

Además, mencionó que ve como positivo los acuerdos alcanzados entre el Mercosur y la Unión Europea, que “luego se deben reflejar en los resultados”; asimismo, valoró el diálogo que ha mantenido Orsi con diferentes sectores de la política y de la sociedad.

La prioridad en el nuevo ministerio será el proyecto Casupá

El pasado lunes 16 de diciembre, el presidente electo, Yamandú Orsi, anunció su gabinete ministerial al país. Dentro de ese equipo de trabajo que lo va a acompañar en el periodo 2025-2030, se encuentra el nombre de Edgardo Ortuño como ministro de Ambiente designado. 

En exclusiva para El Explorador, Ortuño aseguró sentirse muy feliz y honrado por ser tomado en cuenta y catalogó como una “responsabilidad estar a la altura de las expectativas de la población”. Además, reafirmó que se requiere una “mirada más larga de lo que necesita el país para asegurarles el abastecimiento de agua potable y cuidar nuestros recursos hídricos, que son la fuente para que eso sea posible”.

“Vamos a trabajar en políticas que hagan posible dar un salto de calidad, no solo para asegurar el agua para el consumo humano, sino también para la producción, que es otra cosa en la que queremos avanzar desde el Ministerio”, aseguró Ortuño.

Dentro de las políticas destacó que hay un plan de riego, “que va a resguardar a los productores de las sequías, que son un fenómeno que con el cambio climático llegó para quedarse”, pero también a su juicio eso va a permitir mejorar en la productividad del país y, a su vez, hará que la economía crezca. 

En cuanto a políticas sociales, afirma que desde el nuevo ministerio van a apoyar los proyectos del Frente Amplio que tengan que ver con la represa de Casupá. “Es la realidad que vivimos estos años, nos quedamos sin agua dulce y terminamos con agua salada en las canillas, justamente por tomar el agua del Río de la Plata. Así que vamos a avanzar en esta obra importante”, reafirmó. 

Finalmente, señaló que van a esperar las decisiones del actual gobierno que está en funciones hasta marzo del próximo año: “tenemos que respetarlo, pero esperamos recibir la información para analizarlo con el presidente Orsi”, cerró.

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