Melgar: “Uruguay no logra conformar un sistema que afiance la seguridad y la soberanía alimentaria”

En 2024 el Instituto Nacional de Alimentación (INDA) del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y el Ministerio de Salud Pública (MSP) presentaron el Tercer Informe Nacional de Prevalencia de Inseguridad Alimentaria en Hogares. En este, realizado en convenio con el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), señalaron que un 13,7% de los hogares uruguayos presentan inseguridad alimentaria. Asumidas las nuevas autoridades, El Explorador habló con la directora del INDA, Lic. Micaela Melgar, quien informó que “llegamos a un ministerio que tiene muchas necesidades”.

“Lo que caracteriza al Mides es que abarca un montón de dimensiones de la vida concreta de la gente. En el caso de las políticas alimentarias, lo que ha sucedido en los últimos años es que se ha incrementado mucho la demanda concreta de prestaciones, o sea, la necesidad de acceso a alimentos por parte de algunos sectores de la población. En el caso nuestro, por priorización programática, pero también por priorización técnica, nos interesa atender las infancias, las adolescencias y las mujeres embarazadas”, explicó.

En ese contexto, crearon una línea clara de trabajo que tiene que ver con privilegiar el acceso a alimentos con prioridad en estas franjas en todas las políticas que desarrollen, tanto en las de largo plazo como a corto. Esto “lleva un trabajo muy interinstitucional. Lo primero que nos sentamos a pensar fue cómo articulamos con el sistema educativo, por ejemplo”, trabajo que ya se venía realizando pero que entiende que “era necesario subir algunos escalones más y tener conversaciones más directas para ir integrándose mejor al sistema educativo”.

Sistema de información y datos

Melgar destacó que observaron, a su vez, la necesidad de mejorar, dentro del INDA, cuestiones relacionadas a los sistemas de información. “El Ministerio de Desarrollo Social, durante toda su trayectoria, se destacó por sus sistemas de información y la calidad de sus datos”, sin embargo, en el marco de la pandemia, el Instituto brindó una serie de prestaciones de carácter excepcional, que provocaron cierta inconsistencia en el registro de información. Entonces, una de las prioridades es actualizar y mejorar el sistema por cuestiones de “transparencia” y para “poder tomar buenas decisiones”.

Uno de los elementos que se inició en gobiernos pasados, y que va a continuar, es la inclusión de preguntas relacionadas a lo alimentario en la Fiesta Continua de Hogares. “Antes había diferentes tipos de metodología que miraban esencias relacionadas a lo alimentario. Ahora estamos renovando un convenio con el Instituto Nacional de Estadística, donde se sumaron preguntas relacionadas a la inseguridad alimentaria”. Este trabajo deriva en información que Melgar destaca como “importante” porque “nos devuelven datos, por ejemplo, sobre prevalencia de inseguridad alimentaria en tramos etarios, que nos permite estudiar la situación y poder actuar en base a eso”.

A su vez, el INDA realiza trabajos en conjunto con la Universidad de la República y la Escuela de Nutrición, por ejemplo, en investigar a fondo zonas específicas de Montevideo y obtener así factores más explicativos. “La sumatoria de la información nos permite hacer políticas basadas en evidencia”, destacó.

Nuevo modelo de gestión

Si bien Melgar aclaró que transitan una etapa diagnóstica, adelantó que van a profundizar en un nuevo modelo de gestión territorial que involucra a todo el Ministerio de Desarrollo Social y que va a modificar la forma en la que la cartera trabaja a nivel comunitario y a nivel territorial. Informó que “tendrá un enfoque más cercano y desde lo comunitario pensando que el Estado no puede resolver solo todos los problemas y que es muy importante el involucramiento de la sociedad y de todos los actores”.

Dentro de este contexto, habló del trabajo directo que realizan con las ollas populares, “con la idea de generar un desarrollo a largo plazo y una mesa de trabajo para pensar nuevos proyectos”. En el nuevo modelo de gestión territorial, se habla del concepto de implicación que tiene que ver con el “mano a mano, la cercanía y el vínculo con la gente, con los barrios, con los territorios y también con las organizaciones”.

“Los humanos tenemos derechos que deben estar protegidos por el Estado. A partir de ahí tenemos que empezar a trabajar. En el caso del derecho a la alimentación hay que asegurarla pero también hay que pensar cuestiones que fortalezcan la autonomía”, reflexiona.

Ollas populares

Consultada por la situación de las ollas populares, Melgar, en primera instancia, reconoció el trabajo que realizan y destacó que “sostuvieron la alimentación de personas de sus vecinos y vecinas de forma organizada y solidaria”. En ese sentido entiende que la actuación de la anterior administración provocó que la Intendencia de Montevideo brindara los apoyos que se le estaban quitando. Entonces, “nosotros expresamos que nos íbamos a hacer cargo de ese apoyo partiendo de la base del acumulado técnico de la Intendencia y resolvimos hacer un convenio en el que la comuna pone su parte, que es el acumulado técnico, el conocimiento y la logística, y nosotros vamos a poner los insumos”.

Por otro lado, recordó la mesa de trabajo que fomentaron con la coordinadora de ollas, para trabajar otras líneas que tienen que ver con la alimentación y pensar acciones hacia adelante.

Vulnerabilidad de Uruguay

“Creo que el peor problema que tenemos es que somos un país que produce lo suficiente como para exportar pero no logra reducir, al menos, la inseguridad alimentaria de su población y mucho menos combatirla’’. En ese contexto analiza que “es un problema del sistema alimentario, o sea, que el peor problema que tiene el Uruguay es que no logra conformar un sistema alimentario que asegure la seguridad y la soberanía alimentaria”.

Melgar analiza que dentro de la vulnerabilidad del país, podría hablar de cuestiones relacionadas a la inseguridad alimentaria, a la obesidad o a la desnutrición en algunos sectores poblacionales o cualquier actor de riesgo puntual, pero entiende que “el peor problema que tenemos es como sistema, como país que no se logra sentar en una mesa y decir: resolvamos el problema del sistema alimentario uruguayo”.

Pese a eso, destacó que “estamos caminando hacia ahí” e informó que “hay iniciativas que se están pensando acerca del sistema alimentario y en las que hay un rol que se tiene que jugar y que tiene la voluntad política de hacerlo, en el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, sobre el tema de la soberanía alimentaria”.

Desde la Universidad de la República se realizó un estudio que arroja que el costo, a septiembre de 2024, de la Canasta Básica de Alimentos con Enfoque Nutricional (Cbaen) fue de $ 6.854. “Es decir que, para poder alcanzar una alimentación saludable, una persona tendría que haber gastado, como mínimo, este monto mensual en la compra de alimentos”, analiza el documento.

En base a esto, Melgar concluye que “el costo de los alimentos está muy disociado de las capacidades productivas de este país”.

Desafíos

Finalizando, recordó que existe un programa de gobierno que indica qué es lo que se tiene que hacer. “Si cumplimos con el programa del Frente Amplio vamos a estar satisfechas”. Por otra parte informó que desde el INDA tienen objetivos relacionados a mejorar cuestiones de eficiencia, de gestión y de trabajo con la comunidad, así como “aportar al sistema de seguridad y soberanía alimentaria que el país necesita”.

“El INDA es una institución muy vieja y, por suerte, ha tenido y tiene una política de Estado que se viene sosteniendo, relacionada a las prestaciones alimentarias. Es un ejemplo de institución y política que trasciende al gobierno”, concluyó.