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La vulnerabilidad que rodea a nuestras infancias “es un problema de todo el Gobierno, el Estado y la sociedad”

La vulnerabilidad que rodea a nuestras infancias “es un problema de todo el Gobierno, el Estado y la sociedad”

Uno de los principales lineamientos de la actual administración de Gobierno es hacer frente a la pobreza y múltiples formas de vulnerabilidad en la que se encuentra una proporción importante de las infancias del país. El Instituto Nacional de Estadística presentó a principios de mayo los datos referentes a la estimación de la pobreza por el método del ingreso, que arrojó que bajo la línea de pobreza hay un total de 17,3% de personas, siendo el grupo de edad con mayores niveles de indigencia las personas hasta 6 años, con una estimación del 32,2%.

En este contexto, el titular de la Dirección Nacional de Desarrollo Social del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), Lic. Nicolás Lasa, expresó a Diario La R que si bien esta medida se basa en la canasta, se viene incorporando el índice de pobreza multidimensional, “una nueva herramienta más vinculada con lo estadístico y que se parece más a lo que observan los equipos y que permite datos oficiales que empiezan a parecerse más a la realidad”. Una característica en la que hizo hincapié, debido a que “nuestro vínculo es con la realidad y no con los indicadores”, entonces aclara que “durante mucho tiempo estábamos viendo que la realidad con la que trabajábamos estaba tensionada con esos indicadores”.

Lasa informó que estas cifras más adaptadas “no vienen a cambiar nuestras prácticas”, porque el criterio que utilizaban para las mismas era el que encontraban los equipos de trabajo en territorio. “No son datos que nos tomen por sorpresa, pero sí empiezan a estar más en sintonía”. Teniendo en cuenta esto, entiende como importante lo que “esconden los números” y qué es lo que pasa después de la efervescencia que provocan. “Me quedo aferrado a la estadística y pierdo de vista que ese 17% y ese 32% son muchos rostros, son personas, son sufrimientos. Son esas las cosas que nosotros tenemos que atender”.

El Mides en territorio y un rol articulador

“La principal fortaleza que tiene el Ministerio de Desarrollo Social es la presencia en territorio”, expresó como base para desarrollar el trabajo que realizan. “Nosotros no hablamos de los problemas de la sociedad, buscamos y aportamos soluciones. Estamos al lado de los problemas y lo sienten nuestros equipos que están desplegados en todo el territorio nacional”. Entonces, considera que esa proximidad es una fortaleza y a su vez se vuelve un desafío, porque “queremos extender más la presencia de la cartera, llegar a lugares adonde todavía no llegamos y a lugares de los cuales por decisiones políticas nos retiramos”.

La titular de Uruguay Crece Contigo -un programa de cobertura nacional que apunta a consolidar un sistema de protección integral a la primera infancia-, Dra. Virginia Cardozo, quien nos acompañó en la entrevista, agregó que otro desafío, y relacionado, es la capacidad técnica. “Hay equipos con trayectoria pero también hay que aumentar la capacidad. Entendiendo que cuando estamos hablando lo que tiene que ver con la problemática de la pobreza infantil no es un problema de un organismo, de un ministerio. Mover la aguja solamente lo vamos a poder hacer si entendemos que esto es un problema de todo el Gobierno, de todo el Estado y de la sociedad”.

Cardozo analiza que las distintas áreas tienen que poner foco en este problema y ver cómo aportar de forma articulada, en el que el Mides “tiene un rol clave en esa articulación, como factor decisivo en el diseño de las políticas por el pie en territorio y el conocimiento cercano con la realidad de la gente”. En esta línea marca un tercer desafío que implica “retomar el liderazgo del Ministerio de Desarrollo Social que en los últimos años se fue debilitando”, con el fin de hacer que los esfuerzos que haga el país en materia presupuestal y de diseño de política “efectivamente logren incidir en la realidad, porque es demasiado grave como para ensayar y ver cuándo le embocamos al problema”.

En contexto del Mes de la Primera Infancia, desarrollado en mayo, se organizó el seminario “Infancia y pobreza: construyendo hoy el compromiso intersectorial”. Durante esta jornada uno de los temas discutidos fue la participación. En ese contexto, Lasa recordó que en el período pasado hubo avances normativos y que hoy el desafío es “armonizarlos”, por ejemplo, el Fondo Infancia y la ley de Garantías para la Primera Infancia, Infancias y Adolescencia. “Somos parte de las soluciones al problema de la pobreza infantil y tenemos que ver la forma más institucionalizada de la articulación”.

El problema de la pobreza infantil tiene muchas aristas que no están concentradas solamente en estas franjas etarias, sino que “hay que pensar en clave de hogares” y se debe a esto la importancia de participación de otros actores. El director de Desarrollo Social analiza que “hay un consenso de que esto es un problema para todos. Ya no es una opción juntarse para buscar soluciones, es un imperativo ético”.

Cardozo agregó que durante el seminario todos los actores participantes “respondieron sintiéndose parte de la batería de respuestas que tienen que desplegarse” y retoma lo afirmado anteriormente, “el problema de pobreza infantil no se va a resolver solamente con un acompañamiento desmaterializado, cuando tenemos la mayor parte de los hogares monoparentales con jefatura femenina y eso no es un dato menor”. Entonces analiza que la articulación con otros entes permite incidir donde indica ese dato .

Sumando otro elemento, nombraron que se encuentran en la presentación y elaboración de la hoja de ruta del Diálogo Social, que se iniciaría en julio y en el cual uno de sus ejes temáticos es la infancia. “Ese también es un espacio en el que la sociedad va a poder aportar”, destacó Lasa.

Durante el seminario se discutió cuánto invierte el país en la protección social según las franjas etarias y se observó que la infancia es la franja en la que se invierte menos. “Ahí hay un desafío grande en el entorno presupuestal”, pero a su vez analiza que “en las franjas donde hay mayor inversión es en las que hay menor pobreza”. Entonces, estudia que “invertir funciona y realmente logra proteger a las poblaciones” y desde ese enfoque “habría que cuidar la trayectoria de vida desde antes del nacimiento hasta el final”.

Proceso de planificación

Este año tiene la particularidad de que cada ente transita un cambio administrativo y en base a lo que encuentran desarrollan un proceso hacia las metas de gobierno. En ese sentido, ambos entrevistados concuerdan que se encontraron con un área programática que “tuvo muchos cambios, algunos con potencialidades, pero mediante procesos que no fueron lo suficientemente cuidados para que lleguen a buen puerto”. Ante esto, lo que buscan es en base a la experiencia “obtener aprendizaje y crear una batería de medidas que den la mejor respuesta”.

En esa línea, Cardozo hizo hincapié en que hay que “fortalecer la universalidad”, con el entendimiento de que “toda la población no tiene las mismas necesidades ni requiere el acompañamiento con la misma intensidad”. A su vez, hay que ser cuidadosos con que las políticas de acompañamiento a la crianza “no pueden partir de la base de que sean para un determinado sector de la población, casi estigmatizando la crianza en los quintiles más bajos”.

Las evaluaciones de Uruguay Crece Contigo “han demostrado que es bien recibido por las familias”, donde no solo se sienten contenidas, sino que se genera un reconocimiento mutuo, algo que “se traduce en mejoras de la salud mental perinatal, por ejemplo”. Teniendo en cuenta esto, afirma que estas acciones “necesitan acompañarse también de herramientas, brindadas por la intersectorialidad, que permitan mover desigualdades estructurales más duras, como la vivienda y el empleo”.

Por otra parte, analiza que la complejidad que están viviendo las familias “hace que tengamos una serie de situaciones que viven nuestras infancias en las que hay vacíos de política pública para responder”. En ese marco, nace la interrogante de “cómo trabajamos con el resto de las sectorialidades, como INAU, para entender que entre la vulneración de derechos y la desvinculación familiar tiene que haber un trayecto del Estado, que acompañando a esa familia pueda fortalecer el rol protector”. Es una de las variantes en las que observa que “hay mucho que transitar”, pero en las cuales se van a ahondar esfuerzos.

Por su parte, Lasa aclara que, más allá de los compromisos de campaña, dentro de este espacio de articulación y de búsqueda de soluciones “el único elemento no es estrictamente monetario”. Respondiendo a la pregunta de hacia dónde queremos ir, afirma que “no hacia un ministerio transferencista”, sino en uno que “construya el medio para poder crear otras condiciones y mejorar también la vida de esos hogares”. Esto implica, a su vez, “no solamente atender a la persona, sino al hogar en el que vive con su diversidad de problemáticas y también contener e invertir en la comunidad en la que vive”.

Medición de impacto de las medidas

Retomando el objetivo de aprender de las herramientas que hay en territorio, Cardozo destacó que el Mides cuenta con un “buen sistema de evaluación” de las acciones que se realizan, algo que permite “analizarnos a nosotros mismos muchas veces casi en tiempo real”. El desafío ante esto lo posiciona en “entender cómo logramos que los equipos, y desde el territorio, en conjunto con la academia, obtengan datos que reflejen la complejidad que tenemos”. Entonces, también hay que pensar “qué medimos”.

Lasa agrega que hay que construir indicadores que hablen efectivamente del desarrollo porque “muchas veces este ministerio se pierde en su sigla y perdemos de vista nuestros objetivos con el desarrollo social”. En ese contexto, entiende que “estamos desafiados a ver cuáles son esos indicadores que dan cuenta más fehacientemente de lo que hacemos y empezar a incorporar otras medidas”, como “el nivel de solidaridad que circula en una comunidad para sostener las crianzas de las infancias, porque no se pueden construir familias fuertes si a su alrededor no hay nada que las sostenga”.

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