
El PIT-CNT aguarda respuesta de Orsi a propuesta sobre desarrollo nacional

Pocos días antes del cambio de mando, el PIT-CNT presentó al entonces presidente electo, Yamandú Orsi, sus ‘Lineamientos programáticos para el período 2025-2030’, en el que reivindica reclamos históricos y plantea nuevos desafíos para el futuro del trabajo en el Uruguay. Sobre este tema, a un mes de asumido el nuevo Ejecutivo, el movimiento sindical sigue a la espera de una respuesta. Así lo hizo notar el presidente del PIT-CNT Marcelo Abdala, en entrevista con El Explorador en la que, además, adelanta cómo se para hoy el movimiento sindical, a poco más de un mes de asumido el nuevo gobierno, sus reivindicaciones y preocupaciones en el actual contexto mundial. Sobre este punto, consultado sobre la decisión de EEUU de aumentar los aranceles a las importaciones de ese país, sostuvo que “nos obliga a repensar la integración regional en condiciones de desarrollo del trabajo concreto”.
Tal como se había anunciado en la campaña electoral, el gobierno está convocando a un diálogo social. ¿Qué planteos tiene previsto llevar el PIT-CNT?
Bueno, nosotros mismos le propusimos al Poder Ejecutivo la necesidad de un diálogo nacional por una estrategia de desarrollo-país. Estrictamente ante esta propuesta todavía no hemos tenido respuesta. Desde el punto de vista del diálogo sobre seguridad social, el PIT-CNT tiene resoluciones de sus congresos, en particular de su último congreso en donde apuesta a una reforma integral de la seguridad social que parta de la base de generar las condiciones para un nuevo mecanismo de financiación a partir de la consideración de que el actual es absolutamente inequitativo porque el trabajador aporta un 15% y el empleador un 7,5% y en el medio rural ni siquiera llega a este importe. En segundo lugar, hay que mirar el conjunto de las prestaciones. Y en tercer lugar, y esto es bien importante, nosotros vamos a persistir en que la seguridad social es un derecho humano fundamental y en que se le debe reconocer y resarcir a los trabajadores el derecho a jubilarse a los 60 años. Que efectivamente, la jubilación tenga un importe que tiene que ver con la suficiencia de las prestaciones y que permita vivir. Nosotros habíamos impulsado que la jubilación mínima sea equivalente al salario mínimo nacional y es absolutamente notorio que sin desmedro de que el PIT-CNT ha resuelto un sistema de seguridad social multipilar, también puede incluir formas de ahorro, en particular de ahorro colectivo. Nosotros no compartimos el lucro financiero en la seguridad social. Y en ese sentido, vamos a ser coherentes con las posturas que ha tomado históricamente nuestro PIT-CNT, posturas que además están en discusión en el propio Congreso Nacional Ordinario de la central.
Usted se está refiriendo concretamente, por ejemplo, al tema de las AFAP, cuya eliminación se había planteado en el plebiscito que no prosperó, por ejemplo. Y ustedes promueven reabrir esta discusión dentro de ese diálogo nacional.
Sí, con respecto a esto, han aparecido algunas posiciones desde nuestro punto de vista absolutamente falaces, que sostienen que el movimiento sindical no reconoce el resultado del plebiscito, en el cual, de manera notoria, las tres medidas cautelares que nosotros propusimos no lograron tener la mitad más uno de los votos, porque es efectivamente así, no hubo un voto por el NO, se votaba por SÍ y esa papeleta que levantó el PIT-CNT no logró tener la mitad más uno de los votos.
Es importante para salir de algunas consideraciones absolutamente fuera de lugar reafirmar que en el plebiscito en primer término se planteaba una reforma de la Constitución de la República y que sostener que el PIT-CNT no puede insistir en el diálogo social de seguridad social en su posición histórica es algo muy parecido a pretender amordazar al movimiento obrero. Porque en definitiva el diálogo social va bastante más allá de estas tres medidas cautelares que nosotros planteamos, ya que se refiere a una reforma de carácter integral y sus resultados se van a ver cristalizados en uno o varios proyectos de ley. Es decir, perfectamente pueden surgir del diálogo social y nosotros vamos a insistir para esto: para que no se les birle el derecho a los trabajadores a jubilarse a los 60 años con 30 años de trabajo.
Que la jubilación mínima quede equiparada al salario mínimo nacional y alguna forma que tienda a erradicar el lucro financiero de la Seguridad Social; nosotros podríamos tener un avance en estas tres cuestiones y eso es absolutamente respetuoso del resultado del plebiscito. Porque hubo gente que discrepó y discrepa con el contenido de la ley 20.130 (Ley de Seguridad Social aprobada en el gobierno anterior), pero en su momento no estuvo de acuerdo con votar la papeleta del PIT-CNT, que entre otras cosas incluía estas cuestiones en la Constitución de la República. No en una ley.
Por tanto, es absolutamente falaz sostener que el movimiento sindical no respeta el resultado del plebiscito y, más aún, en realidad pretender que haya un diálogo social en donde el PIT-CNT esté amordazado, bueno, deja bastante que desear desde un punto de vista democrático.
Ustedes trasladaron los ‘Lineamientos programáticos para el período 2025-2030’ a la Confederación de Cámaras Empresariales. ¿Cómo les ha ido?
Bueno, yo creo que fue una reunión bien importante por la señal de diálogo que se dio, en donde nosotros trasladamos a la Confederación de Cámaras Empresariales el documento que le presentamos a Orsi y especialmente la propuesta, digamos, de apuntar a un diálogo social para el desarrollo nacional con propuestas importantes que tienen que ver con superar casi 10 años de estancamiento, un ciclo del cual no logramos salir, un círculo vicioso del cual no logramos salir, un perfil de crecimiento basado en los precios internacionales de las materias primas en cuyo seno está el germen de la caída, proceso de deterioro inmediatamente posterior a esos ciclos de crecimiento, y que para eso hay que diversificar la matriz productiva utilizando la capacidad de planificación estratégica del Estado, generando las condiciones para una política industrial en un mundo que está recreando las condiciones de la protección de sus aparatos productivos y de la propia política industrial.
Pensando en las compras públicas para generar redes de proveedores nacionales, pensando en una mayor inversión en ciencia y tecnología, en un fondo de acumulación que permita efectivamente invertir lo necesario en nuestro propio desarrollo, y también pensando en la complementación productiva en América Latina. Y lo más importante es que, por supuesto, capaz que a la hora de las propuestas concretas puede haber matices y diferencias, pero el tono de dialogar sobre estas cuestiones que hacen al desarrollo nacional creo que fue bienvenido. El contexto actual no es para nada sencillo. Cierre de fábricas, Calcar, Yasaki anteriormente, Paycueros, en fin, hay una serie de situaciones que afectan a centenares de trabajadores.
¿Cómo están analizando ustedes ese contexto, además teniendo en cuenta la situación fiscal comprometida que ha descrito el gobierno?
Bueno, nosotros nos vamos a estar enterando de estas cuestiones en la oportunidad que se empiece a conversar sobre el proyecto de presupuesto nacional. Lo que sí decimos es que debe ponerse proa hacia cambios profundos. La vida ya ha demostrado que con esta matriz productiva dependiente no se logra la buena vida de 3 millones y medio de habitantes y, por tanto, si haciendo las mismas cosas nosotros estamos como estamos, habrá que hacer las cosas de otra manera.
Creo que lo que se hace necesario es que el Poder Ejecutivo hoy conteste a esta propuesta que oportunamente le hizo el PIT-CNT. Estamos a la espera de la respuesta del Ejecutivo sobre el diálogo para una estrategia de desarrollo, pero además le planteamos más recientemente una metodología para abordar ese diálogo. Estamos a la espera de una respuesta. que seguramente a la brevedad se nos dará.
¿Cómo está analizando el PIT-CNT el actual escenario internacional con esta decisión por parte de EEUU de aumentos arancelarios a todo el mundo prácticamente?
Paradójicamente, al parecer, el imperialismo norteamericano en la era de Donald Trump desde Washington cuestiona el Consenso de Washington. Porque en definitiva los campeones de la globalización neoliberal hoy están tomando medidas proteccionistas ante la bancarrota paulatina de su economía, lo cual probablemente sea más una muestra de debilidad que de fortaleza. Pero eso nos obliga a nosotros a repensar la integración regional en condiciones de desarrollo del trabajo concreto.
El 30 de junio vencen una serie de resoluciones de los Consejos de Salarios. ¿Cómo se está preparando para esta instancia el movimiento sindical?
Bueno, va a ser una negociación colectiva bien interesante, intensa, amplia y estoy convencido de que seguramente a la brevedad el Poder Ejecutivo empiece a conversar sobre sus criterios para esta negociación. Nosotros vamos a plantear una agenda amplia también de cuestiones, porque por un lado el movimiento obrero tiene el interés de simplificar la negociación colectiva por rama de actividad y concentrarla en grandes grupos, grandes grupos de rama o de cadena productiva que simplifiquen la negociación. En segundo lugar, obviamente que hay un escenario para nosotros que tiene que ver con la defensa del salario real y que el crecimiento del salario pueda acompañar los eventuales procesos de crecimiento de la economía y que ese proceso sea más acelerado en los trabajadores que ganan menos de 25.000 pesos.
Y hay temas que no tanto tal vez como parte directa de la negociación colectiva, pero que es importante ir abordando con la evaluación de tareas, cuestiones que tienen que ver con la capacitación y la formación profesional que conectan la negociación colectiva con este objetivo, que para nosotros es la columna vertebral de las aspiraciones del movimiento obrero, que es una estrategia de desarrollo nacional. Cuando nosotros vamos al Consejo de Salarios también queremos generar trabajo.
Se viene en poco más de un mes un nuevo acto del Primero de Mayo. ¿Está ya definida la consigna?¿En torno a qué temas girará la plataforma reivindicativa?
Se va a empezar a definir esta semana. Tenemos Secretariado, se reúne la Mesa Representativa, así que con seguridad se estaría resolviendo en estos días. Va a andar por estas cuestiones del desarrollo.
También en el mes de mayo se realizará el XV Congreso Nacional del PIT-CNT.
Es para nosotros absolutamente trascendente porque es el ámbito supremo donde el movimiento sindical define toda su orientación. Programática, estratégica, organizativa y también constituye su dirección. Bueno, yo creo que tiene que ser un congreso en la cancha grande. Es decir, si nosotros estamos convocando a un diálogo para el desarrollo nacional, una estrategia y un programa de transformaciones que permita a la gente vivir felizmente de su trabajo, este es un escenario central, es decir, que aquí ingresen las grandes discusiones de qué mundo del trabajo queremos, para dónde va el mundo, para dónde va América Latina, de qué manera nosotros empujamos un programa de transformaciones que le hagan bien a las grandes mayorías del pueblo trabajador.
¿Usted será candidato?
No lo sé. Lo vamos a ver como en todos los casos en nuestra propia organización. Yo soy de la Untmra (Unión Nacional de Trabajadores del Metal y Ramas Afines). Así que eso lo estaremos viendo en su debido momento. Además es lo que menos nos preocupa, porque nosotros ubicamos a los militantes en función de las necesidades.
Sobre el tema de la jornada laboral, ¿hay condiciones en nuestro país para llevar adelante un cambio de estas características?
Y sin duda, yo creo que sí. La limitación de la jornada laboral y de la semana laboral en Uruguay data de 1915 al impulso de don José Batlle y Ordóñez y de importantes luchas que hubo antes de la aprobación de la ley, porque, como siempre, primero está la lucha y luego la solución jurídica. Nosotros aspiramos a una ley que establezca que la semana laboral máxima sea de 40 horas semanales, con pago de 48. Y eso a través de formas de transición que eventualmente puedan ser graduales. Pero se necesita una ley. Porque para mí es una manera de compartir las conquistas en la capacidad productiva del trabajo, esto es la productividad, poder compartir que dichas conquistas también en una parte determinada conduzcan a una mejor calidad de vida de los trabajadores. Y eso implica, por ejemplo, cambios en la matriz productiva, entre otros aspectos.
Es que si no cambia la matriz productiva tampoco va a cambiar la matriz de generación de la productividad del trabajo. Si se dependiera solamente de la dotación de recursos naturales, hay un techo para elevar la capacidad productiva del trabajo. En este caso, un techo natural, podría decirse.
En este en este contexto, ¿qué lugar ocupan las empresas públicas?
Para nosotros son una locomotora del desarrollo. Es decir, tienen que invertir más. Tienen que estar ubicadas en las distintas cadenas productivas. Nosotros no destacamos un proceso en el que el Estado sea un actor productivo directo de nuevos emprendimientos, y desde el punto de vista de la calidad de bienes y servicios que le ofrecen a la población, desde el punto de vista del desarrollo de proveedores nacionales con las compras públicas, desde el punto de vista de la investigación científico-técnica cumplen un rol primordial para el desarrollo. Son la locomotora.
Se anuncia un decreto por parte del Ministerio de Trabajo, encabezado por Juan Castillo, para modificar la regulación sobre las ocupaciones en lugares de trabajo que emergió de la LUC. ¿Cómo están viendo este tema?
La verdad que nosotros estamos de acuerdo porque, con independencia de nuestras diferencias con la LUC, el decreto reglamentario dio un paso más. La normativa legal establece que para que una ocupación sea válida, tenés que asegurar la libre circulación de la patronal y de aquellos trabajadores o trabajadoras que quieran trabajar. Lo que establece el decreto es que con independencia de que esto se cumpla, el Ministerio de Trabajo te puede desalojar de inmediato, aun así estés cumpliendo con estas definiciones de la ley.
Entonces, el decreto reglamentario es peor que la ley. Es decir, establece un cambio a la propia normativa que ellos plantearon y, por tanto, el decreto que reglamentó que el Ministerio de Trabajo te puede desalojar en cualquier momento para nosotros debería ser derogado.
¿Y esta solución que se está proponiendo desde el actual Ministerio de Trabajo?
No la conozco al detalle, en realidad no hay ningún proyecto al día de hoy. Se ha manejado que había un proyecto distinto, nosotros no conocemos ningún proyecto, sí conocemos la discusión pública al respecto, pero proyecto ninguno.
Sobre el final de este gobierno se aprobó una ley que regula el trabajo de las personas que desarrollan tareas a través de plataformas digitales. El actual gobierno anunció este tema como uno de los temas a considerar. ¿Cómo se visualiza este asunto desde la central sindical?
Nosotros tenemos una posición contraria a una ley tan propatronal que inclusive está por detrás de la jurisprudencia que fue generando el Poder Judicial. En las plataformas el Poder Judicial reconoce el carácter de trabajador dependiente de los trabajadores y esta ley lo pone en un limbo que no define con claridad. Por tanto, para nosotros lo que hay que hacer es una ley bien redactada, una ley como la gente.
Por ejemplo, ¿qué contenido tendría que tener para ustedes?
Y lo primero que tendría que suceder con esto es pasar por el Consejo Superior Tripartito del sector privado, que es el ámbito de la gobernanza de las relaciones laborales y donde el gobierno anterior ni siquiera consultó a las partes con respecto a esta ley. Y otro aspecto que tendría que ser clave es que tiene que ser una ley que consagre derechos. Y en particular que reconozca que son trabajadores dependientes. Con todas las obligaciones y los derechos que eso implica.
Una modalidad que se adoptó en gobiernos del Frente Amplio fue incluir a integrantes del movimiento sindical en las delegaciones oficiales cuando el presidente viajaba al exterior en visita oficial. ¿Ocurrirá lo mismo bajo este gobierno?
No tengo información al respecto.
La última pregunta en realidad es pedirle una reflexión con respecto a los 40 años de democracia ininterrumplida en el Uruguay.
Ni que hablar que para nosotros es un elemento de conmemoración y de festejo permanente. Mucho más a partir de la consideración de que el movimiento obrero fue a la huelga general cuando el golpe de Estado fascista y estuvo 11 años sin dar un minuto de tregua a la dictadura para alumbrar una salida democrática. Y no hubiera existido salida democrática ni democracia ahora de no ser por la lucha del movimiento sindical, en la clandestinidad, en la cárcel, en el exilio, pagando un altísimo precio de los militantes del movimiento obrero y además habiendo desarrollado la admirable alarma de la contraofensiva democrática de masas, desde el primero de mayo del 83, que en definitiva fue lo que alumbró la salida democrática.
Así que realmente es para nosotros contenido y forma, las dos cosas. En realidad, la perspectiva final del movimiento obrero inscribe en sus banderas la democracia hasta sus últimas consecuencias. Es decir, donde se democratice inclusive la economía. Que no esté asociada tan siquiera a la acumulación de capital, sino a la satisfacción plena de las necesidades humanas. Y eso es contenido y forma de las aspiraciones del movimiento obrero, de consolidación y de profundización de la democracia.