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Oddone: política arancelaria de Trump se inscribe en “cambio de paradigma”

Oddone: política arancelaria de Trump se inscribe en “cambio de paradigma”

El miércoles 2 de abril, el llamado “Día de la Liberación”, el presidente de EEUU, Donald Trump, sacudió al comercio mundial al anunciar aranceles adicionales a las importaciones de bienes hacia EEUU como respuesta a las barreras arancelarias a las exportaciones estadounidenses.

La medida alcanza a 185 países que se verán afectados por el gravamen base del 10% a los productos, aunque más de 60 Estados o bloques comerciales se enfrentarán a aranceles mucho más altos. La nueva Orden Ejecutiva prevé una entrada en vigor de dos fases: por un lado, el 5 de abril para el arancel mínimo del 10% -que ya ocurrió- y el 9 de abril -este miércoles- para los específicos a países, aunque la situación general varía de minuto a minuto, con cada país, con pedidos de prórroga o renegociaciones solicitadas o en curso.

Estados Unidos es uno de los socios comerciales relevantes de Uruguay. Según datos de Uruguay XXI, en 2024, exportó a EEUU 1.275 millones de dólares, que pagaron por concepto de aranceles 105 millones de dólares, y 92 millones los pagaron los importadores de la carne bovina, ya que el resto de los productos relevantes enfrentaban aranceles bajos. El año anterior, el total exportado en 2023 hacia ese país fue US$ 864 millones y se pagaron aranceles por US$ 52 millones.

La carne bovina fue el principal producto exportado a Estados Unidos, siendo responsable del 40% de las exportaciones totales hacia ese país. Este rubro experimentó un incremento de 11% en 2023, lo que también llevó a un aumento en los aranceles pagados en comparación con 2022. El arancel promedio en el mercado estadounidense se ubicó en 6%. El aumento de las ventas hacia este mercado fue de 37% y la participación del destino en el total fue de 9%. Las exportaciones de celulosa hacia este destino se duplicaron mientras que las de subproductos cárnicos disminuyeron 23%.

Para calcular los aranceles recíprocos, EEUU utilizó una metodología que parte del déficit comercial con cada país y a partir de allí se aplica una fórmula matemática. A los países con los cuales EEUU no tenía déficit comercial se les aplicó un 10%, sin considerar la fórmula. Esto implicó que 10% sea el mínimo a aplicar, y el nivel que le correspondió a Uruguay. Los países que más se vieron afectados son los del sudeste asiático más la Unión Europea. Para muchos, la decisión de Trump tiene como trasfondo la guerra comercial con China que ya comenzó a escalar con anuncios cruzados de represalias arancelarias. El lunes, Trump amenazó a China a través de la red social Truth con incrementar en un 50% los aranceles -fijados ya en un 34%- en respuesta a los gravámenes de Pekín de aumentarlos a 34%.

La escalada proteccionista también afecta a Uruguay al establecer un nuevo arancel recíproco adicional a los productos exportados desde nuestro país. Para el Uruguay así como para el resto de los países del Mercado Común del Sur (Mercosur), Argentina, Brasil y Paraguay, ese arancel adicional fue establecido en 10%.

Reunión con embajadora de EEUU

En busca de aclarar de inmediato el alcance e impactos de las medidas estadounidenses sobre la producción nacional, el ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, adelantó para el viernes un encuentro que tenía previsto para más adelante con la embajadora de Estados Unidos, Heide Fulton.

A la salida, Oddone señaló a la prensa que la conversación con la diplomática estadounidense fue “normal y muy fluida”. En la reunión, el gobierno confirmó que la madera queda excluida del arancel adicional y ahora analiza el alcance para otros productos relevantes para el mercado uruguayo. No obstante, planteó que “desde el punto de vista del interés general es un escenario negativo, pero desde el punto de vista de un país puede haber algunas oportunidades que compensen los aspectos negativos”.

Explicó que este escenario de mayor proteccionismo “abre nuevas oportunidades para Uruguay” porque está entre los Estados con menor nivel de aranceles. “Eso supone que alguno de nuestros competidores en diversos mercados permitan tener un acceso más competitivo en Estados Unidos.. Como esto está provocando reacciones en terceros países, se abren oportunidades”, comentó.

En resumen, opinó que la medida puede generar “oportunidades” para el país. Por otra parte, sostuvo que el anuncio de EEUU no se trata de un “fenómeno transitorio” sino de un “firme movimiento a nivel global proteccionista”. En el almuerzo de la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM), el ministro de Economía avanzó más al respecto y reiteró que la decisión de Trump se inscribe en un “cambio de paradigma” a nivel mundial. “Estamos en un momento, la pandemia fue otro, en el cual la incertidumbre se volvió absolutamente fuera de lo normal; estamos, como nos enseñó el contador Enrique Iglesias, ante un cambio de época, no en una época de cambio”, afirmó.

“Estamos asistiendo a un cambio de paradigma en la forma que hemos visto y concebido al mundo en los últimos 70 años. Las decisiones que tomó el gobierno de Estados Unidos en las últimas semanas tienen que ver con esto. Hay un presidente en EEUU y un elenco gubernamental que creen que en el equilibrio anterior que emergió de la Segunda Guerra Mundial, que se consolidó a partir de los años 80, EEUU era un gran perdedor, que había un conjunto de naciones favorecidas y que había llegado el momento de cambiar”.

“El peor error que podemos cometer es pensar que esto es la acción de un presidente y una persona que cree esto; en realidad, Trump es quien está vehiculizando y tomando la delantera y haciéndose más visible, pero está lejos de ser algo transitorio, aquí lo que hay es un mandato de la población de Estados Unidos”, agregó.

“Lo que estamos viendo es un cambio en la visión que tienen los hacedores de política económica en el mundo industrializado, probablemente, alguna parte de Europa, gobierno en Francia, en Alemania, son los últimos vestigios del mundo globalizante”, afirmó. “Estamos ante un mundo proteccionista”, completó.

Unión de Exportadores

Por su parte, la economista María Laura Rodríguez, responsable de la Asesoría Económica y Comunicación de la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU), dijo a El Explorador que el aumento de aranceles “no es una buena noticia” para Uruguay. “Siempre que uno recibe una noticia de un aumento de aranceles y a un destino tan relevante como es Estados Unidos, es una mala noticia”, señaló la economista.

Admitió que no es una medida que “nos tome por sorpresa”, debido a los anticipos que había hecho el propio Trump al respecto en plena campaña electoral e incluso antes durante su primer mandato, aunque cabía la expectativa de que no hubiera incrementos para Uruguay. “La balanza comercial ha sido favorable a Estados Unidos y ese es el principal aspecto que está tomando en consideración la administración Trump”, afirmó.

La medida, señaló, abre “un período de incertidumbre” para el sector exportador. Se espera “un impacto generalizado” en el sector exportador, debido a “la importancia que tiene EEUU en el comercio global”. Destacó que Uruguay está dentro de los países que recibieron un aumento adicional de aranceles “mínimo” con lo cual “se abre una interrogante, porque tampoco podemos decir esto es mejor, peor, más o menos” sino “hasta saber cómo se mueven todos los países y qué termina sucediendo”.

Agregó que esto “no es un anuncio cerrado”, sino que será desfavorable o favorable dependiendo de cómo cada país vaya encarando la negociación y qué acuerden”. Recordó el caso de México y Canadá para los que anteriormente había anunciado incrementos de aranceles de hasta 25%, pero que ahora solo será para aquellos bienes que no cumplen con los términos del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC). En ambos casos, los bienes que sí cumplen con las disposiciones del acuerdo no sufrirán modificaciones y mantendrán un arancel del 0%.

Sobre los efectos que esto tendrá para nuestro país, en particular para el sector exportador, indicó que “no sabemos cómo va a evolucionar esta situación” y planteó que Uruguay tendrá que estar “muy atento”. “Tenemos que estar muy atentos a cómo se van moviendo todos los países para ver si tenemos oportunidades”, afirmó. En cuanto al arancel para Uruguay, puntualizó que es un 10% “adicional a lo que ya había”. Con respecto al comercio de bienes con Estados Unidos, indicó que “la mitad de lo que le vendemos es carne” con una cuota de 20.000 toneladas que ingresaban con arancel 0.

A partir de ahora, ese arancel pasaría a 10. Pero en el caso de la madera, que también exporta Uruguay a EEUU, fue incluida en una lista de bienes exceptuados. “El tema pasa por cómo quedamos con respecto a nuestros competidores. En algunos casos estamos mejor, en algunos casos estamos peor”, afirmó.

Reconoció que “el hecho de pasar a pagar aranceles menores que otros países puede ser un punto a favor”, algo que se verifica al comparar la tarifa base con lo que ocurre con otras naciones, principalmente del sudeste asiático, pero pidió “no perder de vista cómo esto va a impactar en las corrientes comerciales globales, que pueden tener cambios importantes”.

De todos modos, sostuvo que hay que tener cautela con las interpretaciones, al señalar que “ahora se abre un período bastante incierto, en el que otros países pueden tomar medidas de aumento de aranceles”, tal como aplicó el gigante asiático, o bien “negociar con Estados Unidos”.

Para resumir, dijo que en términos generales el panorama que se abre es de “incertidumbre” y demanda “estar atentos a posibles oportunidades en el caso de que quedemos en mejor posición frente a competidores para aprovechar oportunidades o para tener en cuenta que estamos en desventaja y buscar otras opciones u otros mercados”.

Ceres: “Se penaliza el déficit comercial”

“Estamos casi que boquiabiertos”, fue la primera reacción del economista Andrés Alsina del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) al ser consultado por El Explorador pocas horas después que el presidente de EEUU anunciara las medidas proteccionistas. “Lo que estamos viendo de parte de los economistas nos ha causado una sorpresa total”, indicó.

Explicó que la fórmula utilizada es “compleja” y “depende del flujo comercial que hoy cada país tiene con Estados Unidos. Llegar al número de cuál es el arancel que le va a aplicar a cada país, la verdad que tira por la borda miles y miles de páginas y de teoría de comercio internacional”, aseguró.

“En líneas generales, se penaliza el déficit comercial que tiene Estados Unidos: a más grande el flujo comercial, más grande va a ser el arancel”, agregó. “Si Estados Unidos le compra más de lo que le vende a determinado país, eso se penaliza; repito: a más grande el flujo comercial, más grande va a ser el arancel. La fórmula es flujo comercial dividido las importaciones de Estados Unidos con ese país, y eso dividido dos. Es un poco complicado entenderlo. La verdad es que quedamos todos muy sorprendidos que una decisión de este calibre se tome con esta fórmula que tiene varios errores y que está penalizando el déficit comercial”.

“El fundamento es: el país que le vende a Estados Unidos más de lo que le compra, sosteniendo que este país nos está robando, nos está vendiendo un montón más de lo que nos está comprando, entonces vamos a penalizarlo. Eso hace que el arancel sea más grande”, afirmó. “Como América Latina le compra más a Estados Unidos de lo que le vende, entonces la región es penalizada con un arancel del 10%”. Es el caso de Uruguay, al que se le aplica el arancel adicional “mínimo” del 10%.

Sobre la aplicación de la fórmula que penaliza el déficit comercial (que paga el importador) indicó que “no está mal tener déficit comercial con un país. Si a vos te es eficiente comprarle más, por ejemplo bienes textiles como Uruguay a China pero le vendemos carne, le vendemos soja, no es algo que nos debería preocupar a priori, porque para nosotros va a seguir siendo eficiente comprarle mucho de lo otro y venderle lo que le podamos vender, pero creemos que no está bien penalizar ese déficit comercial”.

En cuanto al impacto que tendrá en Uruguay, indicó que “todo aumento de aranceles para nuestro país que ya tiene problemas de competitividad es una mala noticia, o sea, de arranque es malo”. “En ese contexto, lo bueno es que relativamente el aumento de aranceles de Uruguay es más bajo que en otros competidores. Entonces, pongamos un ejemplo, si Uruguay pasa de entrar con el 8% a entrar con el 10, pero otros competidores tenían un acceso del cero o del 5% y pasan al 10, eso que le pasa a Uruguay es menos malo de lo que le pasa a otros competidores. Entonces, Uruguay relativamente terminaría ganando competitividad”.

Destacó que Uruguay paga al año en total por concepto de aranceles relativos al comercio de bienes alrededor de unos 500 millones de dólares, de los cuales 250 millones de dólares corresponden a la carne.

Alesina también no descarta como un impacto positivo la posibilidad de que se “acelere” la firma del acuerdo Mercosur- Unión Europea. “En este escenario, Europa tiene interés de empezar a buscar otros mercados alternativos. Prácticamente, todos los países europeos no daban crédito a la decisión de Trump. Es muy raro encontrar unanimidad en algún tema como se está encontrando en este”, agregó.

El economista agregó que “como consecuencia inmediata cayeron todos los indicadores de la bolsa, se pronostica una recesión para Estados Unidos, esto generaría un aumento de la inflación porque son todos bienes que van a terminar siendo más caros al público y, de última, si los termina produciendo en algún momento en la industria estadounidense, lo va a producir a un costo mayor, porque no es competitivo que lo haga, por algo se lo estaban comprando a otros países”, afirmó.

Por lo tanto, “pierde el consumidor estadounidense y pierde el comercio global y pierde el mundo, o sea, esto frena la actividad económica global; ya las estimaciones de todos los organismos internacionales están bajando la proyección de crecimiento para este año y para el próximo”.

Agregó que la “guerra comercial dejó de ser entre Estados Unidos y China y pasó a ser Estados Unidos versus el mundo, con el propósito de fortalecer la economía local con el propósito de generar más ingresos por comercios, lo que daría espacio a la economía estadounidense para bajar impuestos y esa baja de impuestos aceleraría la economía estadounidense, pero el tema es que no es tan simple el cálculo. Es nuevo esto y pasan 1.000 cosas. Y esas 1.000 cosas son que entran los bienes más caros, que hay que salir a producirlos internamente y eso es mucho más caro, que va a generar un aumento en la inflación, una recesión en la actividad económica y todo eso, al parecer, no parece estar en consideración”.

“Estamos aquí en Ceres muy sorprendidos por una decisión con supuestos teóricos tan básicos para una resolución que está volviendo a los aranceles promedio que se tenían en la crisis del 29; es decir, se está tirando por la borda casi un siglo de avances en comercio internacional y de baja de aranceles”, finalizó.

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