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El Instituto Nacional del Cáncer frente a una nueva etapa

El Instituto Nacional del Cáncer frente a una nueva etapa

En el mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, el director del Instituto Nacional del Cáncer, el Dr. Mauricio cuello, conversó con El Explorador sobre los desafíos del sistema oncológico de nuestro país, la importancia del diagnóstico oportuno, las inequidades sociales que atraviesan la enfermedad y los nuevos proyectos tecnológicos que buscan mejorar la atención en todo el país. 

El Instituto Nacional del Cáncer (INCA) es el centro del sistema público uruguayo en la atención oncológica. Su director, el Dr. Mauricio Cuello, lo define como un hospital monográfico, lo que significa que solo se encarga de la patología oncológica. La institución, dependiente de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), es centro de referencia regional y nacional. “Brinda servicios a la población de ASSE como centro de referencia para la región sur, pero también recibimos pacientes del resto del país”, explica Cuello.

Aunque su trabajo se enfoca principalmente en el sector público, el INCA mantiene algunos convenios de servicios con el Hospital Militar y el Hospital Policial, especialmente en el área de radioterapia. La articulación con el sector privado, en cambio, es escasa. “El instituto prácticamente se abastece en todas sus necesidades y tiene un porcentaje de compra de servicios fuera de ASSE que es mínima”, señala el director. A su vez, la institución forma parte de la Red Integrada de Efectores Públicos de Oncología, lo que le permite coordinar acciones con otros hospitales públicos de Montevideo y Canelones.

El mapa del cáncer en Uruguay

Uruguay presenta un perfil epidemiológico similar al de los países desarrollados. En las mujeres, el cáncer de mama es el más frecuente; en los hombres, el de próstata. En ambos sexos, el cáncer de colon ocupa un lugar destacado, seguido por los tumores de pulmón y otros del aparato digestivo. “En conjunto, el cáncer tiende a aumentar su incidencia”, advierte.

El Dr. Cuello explica que pueden existir diferentes razones desde el punto de vista epidemiológico, desde el envejecimiento de la población; nuestros hábitos, los cuales pueden estar relacionados con la obesidad y el sedentarismo, “hacen que el cáncer sea más frecuente”. 

Al mismo tiempo, algunas tendencias muestran avances y desafíos. “El cáncer de pulmón en el hombre viene disminuyendo porque se ha podido controlar mejor el tabaquismo, pero en la mujer está aumentando y podría llegar a superar al cáncer de mama en mortalidad en algunos años”, advierte. También se observa un incremento en los tumores digestivos y en los cánceres de mama en mujeres jóvenes. 

Recursos humanos y tecnología: los grandes desafíos

El sistema oncológico uruguayo enfrenta desafíos en materia presupuestal, principalmente relacionados con los recursos humanos. “Para poder mejorar algunos parámetros, necesariamente tenemos que poder generar más cargos de alta dedicación. Sobre todo, en especialidades específicas, como pueden ser la pandemia patológica o la radioterapia”, sostiene Cuello.

En cuanto a la infraestructura, el director anunció la licitación para la compra de equipamiento de radioterapia de última generación, lo que colocará a ASSE “muy bien posicionada junto al Hospital de Tacuarembó”. Sin embargo, reconoce que el instituto arrastra años de falta de actualización en su equipamiento quirúrgico y en la corrección inflacionaria de sus recursos. “Tenemos un porcentaje importante de la plantilla vacante, algo que estamos intentando corregir lo más rápido posible”, comenta. 

Las áreas con mayor déficit de especialistas son, justamente, las más críticas para el tratamiento. “En anatomía patológica el problema es importante, y también en radioterapia. Hay una necesidad de físicos médicos, que cumplen un rol crucial en el proceso y de los cuales hay muy pocos en el país”. Considera que se trata de “un problema nacional”.

A su vez, valoró que “en términos generales, se dio un buen traspaso de la dirección y estamos pudiendo trabajar bien”.

Descentralización y telemedicina: una mirada al futuro

Históricamente, la atención oncológica en Uruguay ha estado concentrada en Montevideo, pero el INCA impulsa proyectos para revertir esa tendencia. “Uruguay tiene que discutir cómo va a desarrollar la asistencia oncológica en los próximos 20 o 30 años”, propone Cuello. Destaca que el país cuenta con una buena distribución de oncólogos, aunque la meta es fortalecer los centros de referencia en el interior y potenciar la telemedicina.

Aunque pueda sonar algo obvio, el doctor valora que, en nuestro país, aquellos pacientes con patologías oncológicas tienen acceso a un oncólogo. Estas situaciones que “pueden ser obvias, no suceden así en grandes países de la región”, poniendo como ejemplo a Brasil, donde el volumen de oncólogos es muy bajo y “muchas veces los pacientes en determinados sectores menos privilegiados no tienen esa posibilidad”.

Agregó que “el instituto tiene un proyecto muy importante: queremos poner a disposición de muchos departamentos del país una unidad de enlace que mejore la gestión y la navegación de los pacientes”. La iniciativa apunta a acompañar de forma integral a cada persona diagnosticada con cáncer, desde la sospecha inicial hasta el tratamiento. “No puede ser que hoy un paciente reciba cinco recetas y tenga que gestionar solo su situación. La idea es que nosotros lo acompañemos con la responsabilidad técnica y administrativa necesaria”, enfatiza.

Entre otros proyectos, en búsqueda de acelerar los diagnósticos, se incluye un programa piloto de “sospecha de cáncer”, inspirado en un modelo británico que permite acelerar los diagnósticos en pacientes con síntomas persistentes. “Queremos tener la arquitectura básica del sistema antes de fin de año y comenzar con las primeras referenciaciones de enfermos”, anuncia Cuello y agrega que podría ser implementado en una zona de Montevideo y posiblemente en Canelones. 

Inteligencia artificial y oncología: una alianza prometedora

La incorporación de inteligencia artificial (IA) a la medicina oncológica es otra de las apuestas del instituto. “La inteligencia artificial es algo extremadamente necesario”, afirma el director. El INCA se encuentra en proceso de incorporar a su equipo un ingeniero eléctrico especializado en esta área.

“La IA tiene un rol muy importante en la interpretación de imágenes, la gestión hospitalaria y los sistemas de apoyo a la toma de decisiones médicas”, explica Cuello. La institución trabaja además en colaboración con el Centro de Investigación en Computación de Alto Desempeño (Cicada) de la Facultad de Ingeniería para desarrollar proyectos en procesamiento de datos. “Estamos convencidos de que muchas cosas pueden mejorarse con el uso correcto de la inteligencia artificial”, subraya.

Acompañar más allá del tratamiento

El cáncer no solo afecta al cuerpo, sino también al entramado social y emocional de las personas. “Pocas enfermedades están tan marcadas por los determinantes sociales como el cáncer”, reflexiona Cuello. “La pobreza y la vulnerabilidad no solo aumentan la incidencia, sino que también retrasan el acceso a los cuidados.” Considera que estos cuidados muchas veces “no son de la calidad que los pacientes necesitan o no son capaces de utilizar herramientas que existen para resolver los problemas de salud”. 

El INCA cuenta con una unidad de cuidados paliativos “bastante fuerte”, con apoyo psicológico y social. A su vez, trabaja en conjunto con organismos como el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y el Instituto Nacional de Alimentación (INDA) para ofrecer apoyo económico y logístico a los pacientes. “A veces se trata de algo tan básico como conseguir los boletos para que una persona pueda venir todos los días a su tratamiento”, cuenta el director.

En paralelo, el instituto, junto al Cinve, está desarrollando un estudio para analizar los costos reales del cáncer en Uruguay, tanto en términos económicos como sociales. “Si ya manejamos una población vulnerable, el impacto del cáncer es tremendo y necesita todo ese apoyo”, señala.

Prevención, inequidad y cultura del cuidado

Uno de los ejes centrales del trabajo del INCA es la concientización, aunque su director afirma que “siempre hace falta reforzar las campañas”. “Hay que promover el ejercicio, combatir el tabaquismo y mejorar el acceso a los programas de diagnóstico precoz”.

Según el Ministerio de Salud Pública, en Uruguay se diagnostican en promedio cinco nuevos casos de cáncer de mama por día, y mueren dos mujeres diariamente por esta causa. A pesar de los avances, persisten desigualdades: “Las cifras del sector público todavía tienen mucho espacio para mejorar cuando se las compara con el sector mutual. Hay inequidades profundas marcadas por la pobreza”, advierte el director. “Si una persona tiene que elegir entre buscar trabajo o hacerse una mamografía, el sistema tiene que entender que esa elección no debería existir.”

Octubre rosa: abrir las puertas y sensibilizar

Durante octubre, mes de la Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, el INCA desarrolla una intensa agenda de actividades. “Abrimos las puertas del mamógrafo para pacientes de todo el sistema, públicos y privados. Se llena el cupo el primer o segundo día”, relata Cuello.

La institución también organiza jornadas de información, iluminación del edificio con luces rosadas y charlas educativas. Una de las iniciativas más destacadas es el traslado de grupos de mujeres desde el interior del país para que puedan acceder a mamografías. “Vienen en ómnibus, se les da una charla, se realizan el examen y vuelven a su lugar de residencia”, cuenta el director.

Además, el INCA alberga el Nodo de Información Mamográfica, que procesa digitalmente entre 1.400 y 1.500 estudios al mes. Este nodo mantiene un convenio con la represa de Salto Grande para informar mamografías del departamento de Salto. “La unidad de mastología del instituto sigue siendo la referencia nacional”, afirma.

Factores de riesgo y señales de alerta

El Dr. Cuello recuerda que “la mitad de las mujeres que desarrollan cáncer de mama no tienen ningún factor de riesgo”. Sin embargo, la obesidad, el consumo de alcohol, el sedentarismo y la edad son variables que pueden aumentar la posibilidad de padecerlo.

En Uruguay, se recomienda que las mujeres con riesgo promedio inicien sus controles mamográficos a los 40 años, realizándolos cada dos años. “Pero siempre hay que individualizar las decisiones junto al médico tratante”, advierte Cuello.

El cáncer de mama también puede afectar a los hombres, aunque representa solo el 1% de los casos. “No hay recomendaciones de screening mamario para varones, salvo en casos con mutaciones genéticas de predisposición hereditaria”, aclara.

Entre las señales de alerta, el médico menciona “la presencia de un nódulo o bulto en la mama, secreciones por el pezón o cambios en la piel o la axila”. Y advierte que “el diagnóstico mamográfico permite detectar la enfermedad en estadios tempranos, cuando las probabilidades de curación aumentan significativamente”.

Una oncología más humana e innovadora

De cara al futuro, el INCA tiene diferentes objetivos: consolidar la red de enlace asistencial, mejorar la gestión de casos clínicos, fortalecer los recursos humanos y modernizar su equipamiento de radioterapia. “Queremos volver a ser una referencia en anatomía patológica y colocar a ASSE en una situación de privilegio en radioterapia”, afirma Cuello.

Al cerrar la entrevista, el Dr. Cuello sugiere que “hay que desmitificar el cáncer. Hoy hay muchas opciones cuando un paciente recibe un diagnóstico, pero lo más importante sigue siendo prevenirlo. No fumar, practicar ejercicio y combatir la obesidad podría reducir hasta un 50% los diagnósticos. Llevar una vida saludable puede tener un impacto enorme en la sociedad.”

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