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Liderazgo Femenino en la evolución de Cámara Uruguaya de Importadores de Máquinas de Oficina e Informática

Liderazgo Femenino en la evolución de Cámara Uruguaya de Importadores de Máquinas de Oficina e Informática

Aradey Urri, gerenta de la Cámara Uruguaya de Importadores de Máquinas de Oficina e Informática (Cuimoi), detalla los desafíos y avances de la organización empresarial. A su vez destaca el rol que la Cámara ha jugado en la implementación de la Ley de Residuos Eléctricos y Electrónicos en Uruguay. Analiza también su experiencia de liderar como mujer en un sector dominado por hombres.

Evolución de Cuimoi

Aradey Urri, Gerenta de la Cámara Uruguaya de Importadores de Máquinas de Oficina e Informática (Cuimoi), ofrece una mirada profunda sobre la evolución de la gremial empresarial que hoy representa a empresas de tecnología, informática y electrónica en Uruguay.

En una entrevista reciente, Urri destacó los orígenes de Cuimoi, que comenzó agrupando a empresas dedicadas a la venta de máquinas de oficina, como máquinas de escribir y calculadoras. “Desde sus inicios, Cuimoi se especializó en tecnología para oficinas, lo que ya nos distinguía de otros sectores”, explicó Urri.

Adaptación a la tecnología

Con el paso del tiempo, Cuimoi se transformó, adaptándose al avance tecnológico que llevó a la introducción de productos eléctricos y electrónicos, hasta llegar a las computadoras. Fue en ese momento cuando surgieron diferentes intereses dentro de la cámara.

Por un lado, estaban los importadores de equipos y, por otro, los profesionales que comenzaban a trabajar en programación y desarrollo de software. Esta divergencia de intereses dio lugar a la creación de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI), una organización que Urri describe como una «hija» de Cuimoi. “CUTI surgió para representar mejor a las empresas desarrolladoras de software, mientras Cuimoi continuó como representante de los importadores”, comentó.

Desafíos del sector

Urri subrayó el papel crucial que juega Cuimoi en la estabilidad comercial del sector tecnológico en Uruguay, especialmente en lo que respecta a las tarifas y procedimientos aduaneros. “Las tarifas y procedimientos aduaneros son aspectos que afectan directamente a los costos de la tecnología en el país”, advirtió Urri.

Además, señaló que el contrabando y las fronteras permeables continúan siendo una preocupación para la cámara, ya que muchos consumidores cruzan a países vecinos, como Argentina, en busca de productos electrónicos a menor costo. “Esto perjudica a los importadores locales, que deben enfrentar altos aranceles y normativas estrictas”, lamentó.

Gestión de Residuos Electrónicos

Uno de los desafíos más grandes para Cuimoi en la actualidad es la diversidad de productos tecnológicos que sus empresas socias importan. Desde computadoras y teléfonos hasta heladeras y otros productos electrónicos, esta diversidad exige una actualización constante de las normativas, especialmente en lo que respecta a la gestión de residuos electrónicos.

Señaló que desde 2008, Cuimoi ha estado observando lo que sucede en Europa con respecto a los residuos electrónicos, anticipando que esas normativas podrían llegar a América Latina.

Finalmente, en 2019, se aprobó la Ley 19.829 de Residuos Eléctricos y Electrónicos en Uruguay. La cual impone a los importadores la responsabilidad sobre los residuos tecnológicos de los productos que traen al país.

“Cuimoi ha jugado un papel clave desde el inicio, colaborando con el Ministerio de Medio Ambiente para implementar un plan de gestión de residuos electrónicos que sea eficiente y transparente”, destacó Urri.

La ley plantea retos significativos para las empresas importadoras, que deben crear un plan de gestión en un plazo de seis meses y adherirse a él en un año.

Uruguay tiene una meta anual de recolección de residuos tecnológicos. Cuimoi está trabajando para garantizar que los productos importados sean reciclados y transformados de manera adecuada.

En este sentido, Urri hizo hincapié en la importancia de la transparencia y la trazabilidad del proceso.

“El reciclaje de tecnología no solo implica recolección, sino también saber en todo momento dónde se encuentran los residuos, cómo se están transformando y qué materiales se están recuperando, como el cobre o el plástico, que tienen un valor económico significativo”, explicó.

Urri enfatizó que, en este proceso, Cuimoi ha insistido en que la transparencia sea un elemento central. «Necesitamos saber desde que Doña María hace una llamada para retirar un lavarropas o una heladera vieja, hasta que se transforma y reciclamos los materiales. No podemos perder el control en ningún momento”, afirmó. Para Urri, la tecnología debe ser parte fundamental de esta gestión, permitiendo el seguimiento en tiempo real del proceso, desde la recolección hasta la transformación de los residuos.

Experiencia personal en el liderazgo

Además de su trabajo en la gremial, Urri compartió su experiencia personal y profesional en el mundo empresarial. «Siempre me ha apasionado el mundo empresarial, lo heredé de mi madre», confesó, recordando cómo, de niña, se sentaba junto a su madre mientras ésta llevaba las cuentas de su negocio. “Mi madre sacaba un libro enorme y anotaba los ‘debe’ y ‘haber’. Yo me sentaba en una silla pequeña junto a ella y me fascinaba lo que hacía”, relató.

Formada en administración de empresas, analista en marketing y comunicación técnica, y especializada en gestión de calidad, Urri ha recorrido un largo camino hasta llegar a su actual posición de liderazgo. “No ha sido fácil estar en un espacio donde soy la única mujer”, comentó, refiriéndose al predominio masculino en el sector empresarial.

Urri recordó más de una ocasión en la que se ha encontrado rodeada de hombres en reuniones de trabajo, siendo la única mujer presente. Sin embargo, subrayó que su habilidad para resolver problemas fue lo que finalmente le ganó el respeto de sus colegas. “Al principio, era invisible en las reuniones, pero cuando surgió un problema que nadie podía resolver y lo hice yo, comenzaron a escucharme”, afirmó.

Su trayectoria ha estado marcada por el esfuerzo adicional que ha tenido que realizar para destacar en un entorno empresarial dominado por hombres. Urri explicó que muchas veces ha tenido que estudiar temas desconocidos para poder sentarse en una reunión y estar a la altura de la conversación.

“Estudiaba mucho para poder opinar con seguridad, y me daba cuenta de que algunos hombres a mi alrededor no sabían tanto como yo, pero aun así opinaban sin problemas”, señaló.

A pesar de estos desafíos, Urri se muestra optimista sobre el futuro, especialmente con la llegada de nuevas generaciones de mujeres al mundo empresarial. “Afortunadamente, ahora vienen nuevas generaciones de mujeres que están avanzando desde otro lugar, con otro ritmo”, concluyó.

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