
Argentina vota en contra de una resolución de la ONU sobre derechos de pueblos indígenas

Argentina ha sido el único país en votar en contra de una resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas orientada a proteger los derechos de los pueblos indígenas, en una sesión celebrada este lunes en Nueva York, Estados Unidos. La resolución fue aprobada con 169 votos a favor y 7 abstenciones, provenientes de Bulgaria, Eslovenia, Francia, Lituania, Malí, Laos y Rumanía.
Este pronunciamiento argentino se da en un contexto de cambios en el Ministerio de Exteriores del país, ahora bajo el liderazgo de Gerardo Werthein, quien asumió el cargo tras el cese de Diana Mondino por “incumplimiento” de las directrices gubernamentales en una votación anterior en este organismo.
La resolución de la ONU y su alcance
La resolución aprobada busca ampliar el mandato del Fondo de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para los pueblos indígenas, una medida que permitirá mayor participación de las organizaciones indígenas en foros sobre protección cultural y ambiental.
Además, en el marco de la discusión, varias delegaciones destacaron cómo el cambio climático afecta de manera desproporcionada a los pueblos indígenas debido a su dependencia de los ecosistemas naturales.
La postura de Argentina: «terminología ambigua»
Durante su intervención, Andrea Repetti, ministra plenipotenciaria de la tercera comisión de la misión permanente de Argentina ante la ONU, explicó las razones del voto en contra. Argentina, según Repetti, apoya la protección de los derechos de las poblaciones indígenas, pero cuestiona que la resolución, tal como está redactada, no ofrece garantías suficientes para el acceso igualitario a los derechos humanos sin discriminación.
La funcionaria señaló que el país considera que algunas prácticas ancestrales podrían validar costumbres que contradicen derechos fundamentales, particularmente en relación con la salud, el progreso científico y la protección de mujeres y niñas.
“La afirmación de la promoción de prácticas ancestrales puede dar lugar a la validación de tradiciones que podrían estar encontradas con los derechos fundamentales de mujeres y niñas, o el derecho a la salud y acceso al progreso científico”, declaró Repetti. También afirmó que el uso de «terminologías ambiguas y amplias» en el documento «confronta con derechos humanos de garantía universal».
El apoyo internacional a la resolución
La resolución tuvo una amplia base de apoyo, con la firma de 22 países miembros, entre ellos Canadá, Bolivia, Brasil, Colombia, México, y países nórdicos como Noruega y Suecia. Esta versión, resultado de un trabajo de redacción iniciado en octubre, refleja el consenso entre diversas naciones sobre la importancia de incluir y fortalecer la voz de los pueblos indígenas en los espacios de decisión internacional.
